Material de Lectura

Mi primer amor

 

Mi primer amor fue una máquina de coser marca Singer.

La máquina tenía una tapadera de madera en forma de tubo partido por la mitad a todo lo largo.

La tapa era colocada sobre la máquina todas las noches, y durante el día, mientras tía y mamá cosían, quedaba escondida en un ángulo del cuarto.

Si uno cabalgaba sobre la tapadera, la delicada curva de la madera, la suavidad al roce, lo orondo de sus redondeces la convertían en un caballo mágico y cargado de sorpresas.

Un día el caballo mágico se hizo mujer y la tapadera pasó a convertirse en un redondo culo femenino; no recuerdo con precisión cómo se produjo el hecho ni si fue en una tarde cualquiera, rodeado de mujeres ajetreadas, o en la entrada de la noche, cuando la habitación se quedaba vacía y todo el trasiego se iba desplazando hacia la cocina primero y luego en dirección del comedor.

La tapadera se ofrecía más importante y sugestiva en la soledad, pero es posible que el primer acto de amor me haya sorprendido en cualquier momento de la mañana.

Yo tendría por entonces muy pocos años, acaso siete u ocho. Pero el amor por la máquina de coser fue excitante y oculto, malvado e irremediable. La máquina me aguardaba en el atardecer y me ofrecía sus opulentas formas para que yo cerrara los ojos y me dejara llevar por una serie de emociones estupendísimas.

Acaso antes exageré, puede que ni tan siquiera las primeras cabalgaduras estuvieran relacionadas con las nalgas de esta o aquella señora entrevista en una visita a mi hogar. Acaso la propia máquina era toda mi ilusión y hasta es más que posible que yo haya tardado en relacionarla con un ser humano.

Pero con el paso del tiempo mis visitas al cuarto de costura se fueron haciendo más apasionadas y más ocultas, más pecaminosas y más abiertas a todos los goces.

La máquina de coser llegó a ser un amor maldito y salvaje y el niño de ocho años se colaba en la habitación para conseguir un desconcertante latido, un fulgor en la cabeza y una cierta humedad en los calzoncillos que luego había que limpiar en el cuarto de baño con todo cuidado.