Otoño
Las hojas caen como si se marchitaran en los lejanos jardines del cielo: caen haciendo un ademán de negación. Y en las noches cae la grávida tierra fuera de todas las estrellas, en la soledad. Todos caemos. Esta mano cae. Y mira a los otros: la caída está en todos. Y sin embargo, hay uno que recoge suavemente, sin fin, todas esas caídas en sus manos.
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