Esperad viajeros de la vida Antes de humedecer vuestra lengua en este frágil manantial reflexionad, viajeros Vosotros también solos en el espíritu del agua que corre entre las rocas Esta agua pensador no corre para siempre Se detendrá en algún instante de la eternidad Los arrendajos cantan ruidosamente De cuando en cuando entre las aguas surge la irrealidad de alguien llevando flores en la mano Es un sueño buscar la vida eterna Ay, en el arroyo de la vida que se va arrojar mis pensamientos, y por fin caer desde siempre hasta desvanecerme; esto anhela mi alma esto dice en el río el kappa* irreal que juega en las afueras de los pueblos al surgir del agua cuando plantas acuáticas alargan sus brazos bajo la sombra de nubes errantes * * * Leves son la manzana de Cezanne el vientre de una serpiente la hora eterna un plato roto abandonado en el paraíso perdido * * * La camelia no florece todo el año los botones blancos en lo más alto de las ramas son brotes de hojas las hojas son más bellas que las flores verdeoscuras con su brillo sólido silbo en una hoja enrollada hinchando mis mejillas su son triste repercute en mi alma montaraz Tranquilidad de la montaña de invierno * * * Alguien arrojó joyas que dieron contra una lira para convertirse en canciones antiguas * * * Amatista ¿Será el fósil del amor? * * * Que la filosofía de las ropas sea la filosofía femenina los atavíos de las mujeres son tristes * * * Por el agujero hecho en una berenjena contemplo la luna llena antiguo rito solitario * * * Tristes ciruelas verdes en un día de verano Nací en una tierra de ortigas en sus caminos fantasmales me extravié junto a un seto florido de ipomeas pasé por un templo sin campana caminando con pasos tambaleantes crucé por un pueblo donde cantaban los alcaudones en una calle lloviznada descansé en un pueblecito enhierbado tomé té con una mujer sus sentimientos fluían como el murmullo del agua * * * Llegando de un viaje, salir a otro viaje lo de la tierra, retorna a la tierra Este jarro, al romperse se vuelve un trozo de eternidad El viaje se va llevado por el río Si extiendo la mano para sacarlo del agua se transformará en espuma El sol de otoño se filtra en mi sombrilla de paja, humedecida por el sueño * * * Como una codorniz mi corazón cantaba al tocar la raíz de lo eterno en el campo de rosas silvestres Un villorio con ruidos de Kinuta** por el que penetraba una vereda de leñadores En otra aldea de muros blancos demolidos paré en un templo del camino observé el Mandala de un tapiz vagué por la montaña de agotados árboles crucé el embarcadero En la superficie del río, reflejos de plantas acuáticas Más allá un matorral con hierbas y pequeños frutos Se fue el hombre de ilusión no volverá el viajero de la eternidad
Hojas de castaño
Una casa en donde crecen guisantes. Una mujer de ojos rasgados. Una noche efímera como los ojos de los peces. Se oye la voz de Hera entre el murmullo de las hojas del castaño. Amaneció sin que el ruiseñor dejara de cantar. La sombra se recostó en el mármol y se volvió una rosa.
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