Material de Lectura

 

Nota introductoria



En Lisboa, el 13 de junio de 1888, bajo el sopor de las tres de la tarde nació Fernando Antonio Nogueira Pessoa. Huérfano de padre a los cuatro años, vivió desde 1896 con su madre y con su padrastro en Durban, África del Sur. Cuando niño estudió en las escuelas inglesas africanas, por lo que pudo escribir con fluidez prosa y poesía en lengua inglesa el resto de su vida. Regresó a Lisboa en agosto de 1905 para inscribirse en el Curso Superior de Letras, que abandonó dos años más tarde. En 1908, después de un primer intento por establecer una editorial, trabajó como periodista y, en 1911, como traductor de poesía para las ediciones de Killog de obras de literatura universal. A partir del siguiente año, y hasta su muerte, publicó en periódicos portugueses y extranjeros, y en revista como A Águia, Renascença, Orfeu, Contemporânea, Athena y Presença los artículos, ensayos y poemas que integran su vasta obra literaria y que, junto con la de Sá-Carneiro, es la piedra miliar del "Modernismo" portugués. Pero otros poetas, a través del cuerpo de Pessoa, cantaron el mundo, tan multiformes y simultáneos como las vidas que contiene el mundo mismo: Ricardo Reis, Alberto Caeiro y Álvaro de Campos, principalmente, llamados sus heterónimos. Los percibió Pessoa con la claridad de las pesadillas, la amistad, la discusión súbita, la tristeza o la euforia, y no tan sólo como nombres o pseudónimos. No fueron diferentes estilos, sino el pulso distinto de su puño cuando escribía alguno de ellos, y un ser, una sintaxis corporal y ansiosa distintos. Además de nombre, tuvieron ascendencia racial; día, hora y lugar para nacer; profesión y miserias. Uno de ellos, Álvaro de Campos, fue el autor que Pessoa atribuyó a la Oda Marítima. Al nacimiento de Álvaro de Campos atribuyó, igualmente, el 15 de octubre de 1890, la una y media de la tarde y Tavira; a su semblante, atribuyó el del judío portugués; a su escuela y a su profesión, Glasgow y la ingeniería naval; a sus más hondas pasiones, las máquinas, la poesía de Whitman y la lengua inglesa; a otro heterónimo, Alberto Caeiro, ser su maestro. Escribió la Oda Marítima durante los meses finales de 1914 y los primeros de 1915. Junto con Tabacaria y Saudação a Walth Whitman, constituye la gran cima de Álvaro de Campos. Un exaltado panteísmo whitmaniano y una desbordante oleada de vida sobre la presencia solitaria del poeta, provocan a cada paso, a cada verso, la contemplación del activísimo mundo del mar y de las naves; se enfrentan, saltando como agua contra rocas, o como hiende las olas el tajamar de proa, los recuerdos del que contempla y los recuerdos marinos del mundo contemplado; la presencia del mar y la expansiva historia de las naves ante el cuerpo solitario del poeta en el muelle. Basta mirar, para que la conciencia se frote contra el mundo y, destrozada, inclemente, salte la espuma, la llamarada, el salto múltiple y salado de la vida. Su cuerpo dejó de vivir en un hospital de Lisboa con una cincuentena de años y una cirrosis hepática, el 30 de noviembre de 1935. Entre las fechas del nacimiento y la muerte, además del tiempo y del licor, combatieron en él cuatro grandes poetas, dos escritores menores, algunos escribanos que no sobre vivieron a aquéllos y una soledad intransigente, que vedan la posibilidad de un claro deslinde entre la biografía y la bibliografía. Fernando Pessoa, en cuanto el nombre de una obra poética, es una gama de corrientes poéticas; en cuanto poeta, es el abanico abierto de hombres contradictorios y distantes en que cada vida nuestra se sacrifica y se resiste a permanecer fiel, sórdidamente apegada aun solo destino, a una sola Persona.

Carlos Montemayor