Material de Lectura

Conjuración de la amada 


(Fragmento)

I

Seco de encuentros postergados
de rojas celadas carcomidas
por la cuña amariposada
de tu vientre sin primicias

Temiéndole de día al acero y al imán
sucio estrangulador que acecha
el mohín de las palomas
yo sólo vengo
yo sólo estoy para oír para romper
de una vez en mil pedazos el plato de lentejas
que abolirá tu celo
el botiquín sangriento de tu dicha agobiada

Yo solo vine
y solo estoy como un viejo guardador de lunas
ebrio de pétalos amargos
material sin dedos
pálidamente arrojado por el mar
al escombro desde el cual te acatedralo
apuñalándome los labios con el ácido consuelo
de tu nombre sin rejas
todo muro
todo duda creciendo sobre mis obligados
besos y caricias
que caen de mi cabeza a mis tobillos
por un vello que grita como un pájaro
a punto de quebrarse en cada uña
Que sopla sus delicias cuando tú lo tocas
asomada al hueso sin recelos de mi espejo amante
Mientras yo te llamo y te injurio y te mancillo
con la terca humanidad de mis deseos
lo que tú eres y surcas y propagas
toda tu alta investidura de sedas y relámpagos
     prendidos de la oreja
da a doblarse cuando yo te agolpo
como un río vertical ensangrentado y trunco

Rara boa que tiemblas cuando anudas
a tu sombra de pez hago cantar mis huesos
riñe abrazos de dolida espada mi sangre con mi sangre
y es ardiendo en la brasa nupcial y sin esposa
la carne un higo agusanado en el verano que cae
lechoso de semillas y abejas taladrantes.

Con un ruido de papelería y pastos anegados por la lluvia
hacia ese aire perpetuo de fantasma
que desata estéril su torvo instrumento
dije que vendría trenzado de planetas
como un islote barrido por las horas
a poblar
la punta intacta de tu flecha
que es una esmeralda dormida

En el presagio calla el viento
gira sólo sus ojos
la piel incestuosa de sus dedos
y arroja crisálidas que devoran por escamas la sal
luz interminable en tus mejillas

Es ésta una estación pulsada por los pájaros
y los viejos despechados de lúgubres ventanas
caracoles del aire levantándose en el grito empezuñado

No viviremos más
o viviremos solos
ahí donde la tierra se viste de rincones perdidos
trabes que desandan las guitarras
No viviremos más
o viviremos enredados a la piel como cuchillos
con el tiempo del peligro
argamasado entre las piedras y las flores
de ese jardín sin movimiento
o tú vivirás
tú vibrarás bajo sus plumas y sus risas
bajarás por corredores que habré olvidado
será esa niña y esa risa
haciendo temblar la cristalería del tiempo

Vas a vivir
tienes que rajar a espasmos el futuro
tienes que ser de oxígeno y de sexo
cayendo a sangre
y en la sangre residiendo

Yo que no soy tu hermano
ni tu amante ni tu amigo
soy la cicatriz
tu viva enfermedad que va muriendo
ávido si no la furia
sino la boca aplastándose frenética a los pianos
y a los párpados sin luna de los gallos
Otro utensilio
zapatos y panteras ahuyentando a los tranvías.