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La rosa de la espinela
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Dans le grand ciel, plein de silence
Coppee |
Heme triste de belleza,
Dios ciego que haces la rosa, Con mano que no reposa Y de humano que no besa. Adonde la rosa empieza, Curso en la substancia misma, Corro: ella en mí se abisma: Yo en ella: entramos en pasmo De dios que cayó en orgasmo Haciéndolo para cisma. |
¡Ven a gritar, el Poeta, A claridad horrorosa, Gritando como la rosa Mirada de anacoreta! Esa faz, lívida, quieta, Es, a raíz del respiro, La que mira, la que miro, Mirándote, muda, mala, Dios vivo, que cayó un ala, Y no adivina del tiro. |
Ella no sigue por él, Sino a sí misma, virtual... A la agonía infernal, En la rosa de papel. Y mana, amarga, la miel El duro dardo de ardor; Cursa entrañable labor, Por restañar el herir, Y jamás para a morir La abeja del sinsabor. |
At length the man percives it dieb away
And fades into the ligth of common day Wordsworth |
Pues la rosa venidera, Próspero seno errabundo, Fruto y flor y amante y mundo, Lírica, acoge si espera. Punto en que pulula esfera De épico tacto, futura, La facción de la Hermosura Va, derechera y estable, Derrota inconmensurable De celestial singlatura. |
El pétalo, que palpita, |