Material de Lectura

 

Rimbaud


Las noches, los túneles, el mal tiempo,
sus horribles compañeros, lo ignoraban;
mas la mentira del retórico, en ese niño,
reventó como una gaita: el frío había hecho a un poeta.

Su amigo, lírico y débil, le traía tragos,
sus cinco sentidos sistemáticamente derrengados;
puso fin al sin sentido acostumbrado,
hasta que de la debilidad y de la lira fue apartado.

Los versos eran una especial enfermedad de los oídos;
la integridad no era suficiente; eso parecía
el infierno de la niñez: debía intentarlo de nuevo.

Ahora, galopando a través de África, soñaba
con un nuevo yo, un hijo, un ingeniero:
su aceptable verdad para los hombres falsos.