Material de Lectura

 

DÍA DIEZ
LLAGADO DE SU SONRISA
 

Ya no va a dolerme el mar,
porque conocí la fuente.

¡Qué dura herida la de su frescura
sobre la brasa de mi frente!
Como a la mano hecha a los espinos
la hiere con su gracia la rosa inesperada,
así quedó mi duelo
crucificado en tu sonrisa.

Ya no va a dolerme el viento,
porque conocí la brisa.