T.S.Eliot Tierra yerma y Notas a Tierra yerma Traducción de Manuel Nuñez Nava VERSIÓN PDF |
Nota introductoria
En las calles de Londres —páginas de un libro pétreo acaso más difíciles y entrañables que los versos— aprehendió el envejecimiento de la ciudad y de la carne del hombre. Y en los cosmos oriental y cristiano unió la visión del fuego que desarma y purifica. Manuel Núñez Nava
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Tierra Yerma
Nam Sybillam quidem Cumis ego ipse oculis meis
vidi in ampulla pendere: el cum illi pueri dicerent: Σιβυλλα τί θέλεις; respondebat illa: άποθανείν θέλω. Con estos ojos yo vi a la Sibila Cumea dentro de una redoma que pendía, y cuando los niños le decían: Sibila, ¿qué quieres?, ella respondía: Morir quiero. Petronio, Satiricón Para Ezra Pound
il miglior fabbro
“Hace un año me diste jacintos por primera vez, 6 Milazzo. Península, cabo y puerto de la isla italiana de Sicilia, provincia de Mesina. Ciudad en la misma provincia, situada en el arenoso istmo de la península de su nombre. Es la antigua Mylae, en cuyas inmediaciones los romanos, al mando del cónsul Duilio (260 a. de J.C.) alcanzaron la primera victoria sobre los cartagineses. (N. del T.)
7 Itis. Filomela (literalmente: que ama el canto), hija de Pandión, rey de Atenas, y hermana de Progne. Fue metamorfoseada en ruiseñor. (N. del T.)
Se ha roto la tienda del río: los últimos dedos de las hojas
Tras la roja luz de antorchas en rostros sudorosos Tras el silencio helado en los jardines Tras la agonía en lugares pedregosos La gritería y el lloro Prisión y palacio y reverberación Del trueno de primavera sobre distantes montañas El que antes vivía ahora está muerto Los que estábamos vivos nos estamos muriendo Con un poco de paciencia 330 Aquí no hay agua sólo roca Roca y no agua y el camino arenoso Que sube las montañas serpenteando Las montañas de roca sin agua Si hubiese agua nos detendríamos a beber No puede uno pararse o pensar entre la roca El sudor está seco y los pies sobre la arena Si tan sólo hubiese agua entre la roca Montaña muerta boca de dientes cariosos que no puede escupir Aquí no puede uno acostarse ni sentarse o estar 340 de pie Ni siquiera hay silencio en las montañas Sino el trueno sin lluvia estéril y seco Ni siquiera hay soledad en las montañas Sino hostiles rostros rojos con muecas de desprecio A las puertas de casas con muros agrietados Si hubiese agua Y no roca Si hubiese roca Y también agua Y agua Un manantial Un charco entre la roca 350 Si tan sólo hubiese sonido de agua No la cigarra Ni el canto de la yerba seca Sino sonido de agua sobre roca Donde el tordo eremita canta entre los pinos Drip drop drip drop drop drop drop Pero no hay agua ¿Quién es el tercero que siempre camina a tu lado? Cuento: sólo somos tú y yo 360 Mas cuando miro adelante en el blanco camino Siempre hay otro que camina a tu lado Deslizándose envuelto en una parda caperuza No sé si es hombre o mujer —Pero ¿quién es ese que va del otro lado? Qué sonido es ese en lo alto del aire Susurro de lamento maternal Qué encapuchadas hordas pululan En llanuras sin fin, trepando en las grietas Circundadas tan sólo por el plano horizonte 370 Qué ciudad es esa en las montañas Crujidos y reformas y estallidos en el aire violeta Torres que caen Jerusalén Atenas Alejandría Viena Londres Irreal Una mujer tensó su larga y negra cabellera Y en esas cuerdas tocó un susurro musical Y murciélagos con caras de bebé en la luz violeta Silbaron, y batieron sus alas 380 Y cabeza abajo se escurrieron por un muro ennegrecido En el aire había torres invertidas Cuyas campanas, guardianas de las horas, tañían reminiscentes Y voces que cantaban en cisternas vacías y pozos agotados En esta podrida cavidad de las montañas La yerba canta bajo el lánguido brillo de la luna Sobre las tumbas destruidas, en torno a la capilla. Allí está la capilla vacía, solitario hogar del viento. No tiene ventanas, y la puerta se mece. Los huesos secos no dañan a nadie. 390 En lo alto del tejado sólo un gallo Quiquiriquí quiquiriquí A la luz del relámpago. La brisa entonces anunció La lluvia. Ganga estaba hundido, y las débiles hojas Aguardaban la lluvia, mientras las negras nubes Se reunían a lo lejos, sobre Himavant. La jungla se agachó, encorvada en silencio. Entonces habló el trueno DA 400 Datta: ¿qué hemos dado? Amigo, la sangre sacude mi corazón El atroz pensamiento de rendirse un momento Lo que una edad de prudencia nunca puede retractar Por esto y sólo esto hemos existido Por lo que no se hallará en nuestros obituarios Ni en memorias urdidas por la araña bienhechora Ni bajo sellos rotos por el magro procurador En nuestras alcobas vacías. DA 410 Dayadhvam: He oído la llave Girar en la puerta una vez y girar una vez sola Pensamos en la llave, cada quien en su prisión Pensando en la llave, cada quien confirma una prisión Sólo al anochecer, etéreos rumores Reviven por un instante un Coriolano roto8 DA Damyata: El barco respondió Alegremente a la mano experta en vela y remo El mar estaba quieto, tu corazón habría respondido 420 Aegre, palpitando obediente, a la invitación De manos diestras Yo me senté en la orilla A pescar, con la árida llanura a mis espaldas ¿Ordenaré finalmente mis asuntos? El Puente de Londres se está cayendo cayendo cayendo Poi s‛ascose nel foco che gli afina Quando fiam uti chelidon-Oh golondrina golondrina Le Prince d‛Aquitaine à la tour abolie Contra mis ruinas he apuntalado estos fragmentos 430 Why then Ilie fit you. Hieronymo‛s mad againe. Datta. Dayadhvam. Damyata. Shantih Shantih Shantih
8 Coriolano, general romano del siglo V a. de J.C. Después de haber prestado brillantes servicios a su patria fue condenado al destierro. Se puso al frente de los volscos y estaba a punto de saquear Roma cuando se dejó, al fin, vencer por las lágrimas de su madre y de su mujer. Coriolano, tragedia en cinco actos de Shakespeare; pintura del carácter del héroe romano (circa 1607). Obertura compuesta por Beethoven en 1807. (N. del T.)
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Notas a Tierra Yerma No únicamente el título, sino el plan y una buena parte del simbolismo incidental del poema fueron sugeridos por el libro de Miss Jessie L. Weston sobre la leyenda del Cáliz: From Ritual to Romance (Cambridge). Mi deuda es tal que, sin duda, el libro de Miss Weston elucidará las dificultades del poema mucho mejor de lo que pueden hacerlo mis notas, y lo recomiendo (aparte del gran interés del libro en sí) a quien piense que la elucidación del poema vale la pena. En términos generales, estoy en deuda con otro trabajo de antropología que ha influido profundamente en nuestra generación: The Golden Bough; he utilizado especialmente los dos volúmenes de Adonis, Atlis, Osiris. Quien haya leído estos trabajos reconocerá de inmediato en el poema ciertas referencias a las ceremonias dedicadas a la vegetación. I El entierro de los muertos Línea 20. Comparar Ezequiel, II, i. 23. Comparar Eclesiastés, XII, v. 31. Tristán und Isoldé, I, versos 5-8. 42. Id., III, verso 24. 46. No estoy familiarizado con la constitución exacta del mazo de naipes del Tarot, del que obviamente he partido para satisfacer mi propia conveniencia. El Ahorcado, que aparece en el mazo tradicional, sirve a mi propósito en dos maneras: porque lo asocio en mi mente con el Dios Ahorcado de Frazer, y porque lo relaciono con la figura encapuchada en el pasaje de los discípulos de Emaús en la Parte V. El Marino Fenicio y el Comerciante aparecen más tarde; también las ‛multitudes’, y la Muerte por Agua se cumple en la Parte IV. Al Hombre de los Tres Bastos (naipe auténtico del Tarot) lo asocio, muy arbitrariamente, con el propio Rey Pescador. 60. Comparar Baudelaire: ‛Fourmillanté cité, cité pleine de rêves, ‛Où le spectre en plein jour raccroche le passant.’ 63. Comparar Inferno, III, 55-7: ‛si lunga tratta di gente, ch’io non averei mai crédulo che morte tanta n’avesse disfatta.’ 64. Comparar Inferno, IV, 25-7: ‛Quivi, secondo che per ascoltare, ‛non avea pianto mai che di sospiri, ‛che l‛aura eterna facevan tremare.’ 68. Fenómeno que a menudo he notado. 74. Comparar endecha en el White Devil, de Webster. 76. Baudelaire, Prefacio a Fleurs du Mal. II Una partida de ajedrez 77. Comparar Anthony and Cleopatra, II, ii, 1. 190. 92. Laquearía, Eneida, I, 726: dependent lychni laquearibus aureis incensi, et noctem flammis funalia vincunt. 98. Escena silvestre. V. Milton, Paradise Lost, IV, 140. 99. Ovidio, Metamorfosis, VI, Filomela. 100. Comparar Parte III, I, 204. 115. Comparar Parte III, 1, 195. 118. Comparar Webster: “Is the wind in that door still?” 126. Comparar Parte I, 1. 37, 48. 138. Comparar la partida de ajedrez en Middleton: Women beware women. III El Sermón de fuego 176. V. Spenser, Prothalamion.
192. Comparar The Tempest, I, ii. 196. Comparar Marvell: To His Coy Mistress. 197. Comparar Day, Parliament of Bees: ‛When of the sudden, listening, you shall hear, ‛A noise of horns and hunting, which shall bring ‛Actaeon to Diana in the spring, ‛Where all shall see her naked skin...’ 199. Ignoro el origen de la balada de donde han sido tomadas estas líneas: me fue reportada desde Sydney, Australia. 202. V. Verlaine, Parsifal. 210. Las pasas tenían un precio c. i. f. (carriage and insurance free to London), y el Conocimiento de Embarque, etc., debían ser girados al comprador al pago del documento a la vista. 218. Tiresias, aunque es un mero espectador y de ninguna manera un ‛carácter’, es sin embargo el personaje más importante del poema, uniendo todo el resto. Así como el comerciante tuerto, vendedor de pasas, se convierte en el Marino Fenicio y éste no es del todo distinto de Ferdinando, Príncipe de Nápóles, así todas las mujeres son una mujer, y los dos sexos se funden en Tiresias. Lo que Tiresias ve es, de hecho, la sustancia del poema. La totalidad del pasaje de Ovidio es de gran interés antropológico: ‛... Cum Iunone iocos et maior vestra profecto est Quam, quae contingit maribus’, dixisse, ‛vohrptas.’ Illa negat; placuit quae sit sententia docti Quaerere Tiresiae: venus huic erat utraque nota. Nam duo magnorum viridi coeuntia silva Corpora serpentum baculi violaverat ictu Deque viro factus, mirabile, femina septem Egerat autumnos; octavo rursus eosdem Vidit et ‛est vestrae si tanta potcntia plagae’, Dixit ‛ut auctoris sortem in contraria mutet, Nunc quoque vos feriam!’ percussis anguibus isdem Forma prior rediit genetivaque venit imago. Arbiter hic igitur sumptus de lite iocosa Dicta Iovis firmat; gravius Saturnia iusto Nec pro materia fertur doluisse suique Iudicis aeterna damnavit lumina nocte, At pater omnipotens (neque enim licet inrita cuiquam Facta dei fecisse deo) pro lumine adempto Scire futura dedit poenamque levavit honore. 221. Estas líneas pueden no aparecer tan exactas como las de Safo, pero yo tenía en mente al ‛estibador’ o ‛pescador de bote de remos’, que regresa al caer la noche. 253. V. Goldsmith, la canción en The Vicar of Wakefield. 251. V. The Tempest, como se cita antes. 264. El interior de St. Magnus Martyr es desde mi punto de vista uno de los más finos interiores de Wren. Ver The Proposed Demolition of Nineteen City Churches (P. S. King & Son, Ltd.). 266. Aquí comienza la Canción de las (Tres) Hijas del Tá-mesis. Desde la línea 292 a la 306 inclusive, ellas hablan en turno. V. Götterdämmerung, III, i: las Hijas del Rhin. 279. V. Froude, Eliizabeth, Vol. I, ch. iv, carta de De Quadra a Felipe de España: ‛In the afternoon we were in a barge, watching the games on the river. (The queen) was alone with Lord Robert and myself on the poop, when they began to talk nonsense, and went so far that Lord Robert at last said, as I was on the spot there was no reason why they should not be married if the queen pleased.’ 293. Comparar Purgatorio, V, 133: ‛Ricorditi di me, che son la Pia; ‛Siena mi fe, disfecemi Maremma.’ 307. San Agustín, Confesiones: ‛a Cartago vine entonces, donde un caldero de amores insanos cantó a mis oídos’. 308. El texto completo del Sermón de Fuego de Buda (que corresponde en importancia al Sermón de la Montaña) de donde han sido tomadas estas líneas, se hallará traducido en Buddhism in Translation del finado Henry Clarke Warren (Harvard Oriental Series). Mr. Warren fue uno de los grandes pioneros del estudio del budismo en Occidente. 309. Otra vez de las Confesiones de San Agustín. La colocación de estos dos representantes del ascetismo oriental y occidental, como culminación de esta parte del poema, no es un accidente. V. Lo que dijo el trueno Tres temas se emplean en la primera sección de la Parte V: el viaje a Emaús, la llegada a la Perilous Chapel (ver el libro de Miss Weston) y la decadencia actual de la Europa oriental. 357. Se trata del Turdus aonalaschkae pallasii, el tordo eremita que he escuchado en la Provincia de Quebec. Chapman dice (Handhook of Birds of Eastern North America): ‛it is most at home in secluded woodland and thickety retreats... Its notes are not remarkable for variety or volume, but in purity and sweetness of tone and exquisite modulation they are unequalled.’ Su ‛canción del gotear del agua’ es justamente celebrada. 360. Las líneas que siguen fueron estimuladas por el relato de una de las expediciones a la Antártida (he olvidado cuál, pero creo que se trata de una de las de Shackleton): se cuenta que el grupo de exploradores, en el límite de su fortaleza, tenían la ilusión constante de que había un miembro más de los que era posible contar. 366. Hermann Hesse, Blick ins Chaos: ‛Schon ist halb Europa, /76. schon ist zumindest der halbe Osten Europas auf dem Wege zum Chaos, fährt betrunken im heiligen Wahn am Abgrund entlang und singt dazu, singt betrunken und hymnisch wie Dmitri Karamasoff sang. Ueber diese Lieder lacht der Bürger beleidigt, der Heilige und Seher hört sie mit Tränen.’ 401. ‛Datta, dayadhvam, damyata’ (Dar, simpatizar, controlar). La fábula del significado del Trueno se encuentra en el Brihadaranyaka-Upanishad, 5, 1. Hay una traducción en Sechzig Upanishad des Veda, de Deussen, p. 489. 407. Comparar Webster, The White Devil, V, vi. ‛...they‛ll remarry Ere the worm pierce your winding-sheet, ere the spider Make a thin curtain for your epitaphs.’ 411. Comparar Inferno, XXXIII, 46: ‛ed io senti‛ chiavar l‛uscio di sotto all’ orribile torre.‛ También F. H. Bradley, Appearance and Realily, p. 346: “My external sensations are no less prívate to myself than are my thoughts or my feelings. In either case my experience falls within my own circle, a circle closed on the outside; and, with all its elements alike, every sphere is opaque to the others which surround it... In brief, regarded as an existence which appears in a soul, the whole world for each is peculiar and prívate to that soul.’ 424. V. Weston: From Ritual to Romance; el capítulo relativo al Rey Pescador. 427. Purgatorio, XXVI, 148: ‛ “Ara vos prec, per aquella valor “que vos condus al som de l‛escalina,* “sovegna vos a temps de ma dolor.” Poi s‛ascose nel foco che gli affina.’ 428. V. Pervigilium Veneris. Comparar Filomela en Partes II y III. 429. V. Gerard de Nerval, Soneto El Desdichado. 431. V. Spanish Tragedy, de Kyd. 433. Shanti. Como se repite aquí, terminación formal de un Upanishad. Nuestro equivalente a esta palabra es “La Paz más allá del entendimiento”. |