Lied... en la ciencia de amar
Antes de hallar escondida la miel divina en tus labios, pregunté en vano a los sabios el secreto de la vida. Tras de afanoso indagar, hasta que llegué a quererte, el misterio de la muerte nadie me supo explicar. Pero desde que me hiere sin compasión el amor, sé, como enfermo y doctor, por qué se vive y se muere.
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