Eres el más bello habitante de la tierra. No tengo para ti más que una cosa y es esta esperanza de vivir. Amor, amor, amor, desafías al orbe y lo desgarras, y yo estoy en acecho vigilando que no se acabe tu belleza. Tienes un nombre que todos ignoran, mas cuando lo repito en la inocencia me llenas de poder. Porque vivo, de veras, bajo el aire de las llamas, subo a la tierra pequeño, desbocado, y me despeño en tu mirada. Amor, clamor, eres la más alta hoja que sueña y yo observo las sílabas que el tiempo ha inscrito, engañado, en tu corteza. Por estas manos familiares, por esa voz con que me niegas, porque te llamas Tristeza-en-bello-rostro, por el año que inventa juramentos, porque el alba no muere en el olvido, por la noche larguísima del polo, por el mundo que se parece a ti, muéstrate y muéstrame que voy hacia la vida.
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