Milo De Angelis
Fragmentos de región
1.
Si alguno cae en el arco de tardes y tardes u otra floritura durmiendo cerca del templo se comprende y se alarga ahora que viene en este viento ni cabalgata ni escudo lo detienen, ni el estertor de la plegaria; el único viento (aparecen los cometas, la ciudad) y quisiera desatar sus plumas disipando el perfil por ese aire que canceló el aire ahora: cielgema es la palabra desnuda las leyendas de la uva y del rey se volvieron carretera, dibujos a lápiz, sutil rastro dentro de la noticia sutil se abre un cáliz que lo espera y contendrá el huracán o beberá la boca y la sed y bajo un relámpago, viendo al mundo leopardos, largos trancos, lunas conocen la oscuridad y el oráculo tiene otra palabra, sin botín
2.
todo el espejismo alzándose furtivamente en el valle donde descienden, blancos, mensajeros se levantan las miradas lacradas por la pupila y ya no hay otro espejo desmesurado y geométrico, nada antes de arder cuánta luz ¡es el fin! Muere un oscuro engañador: entre la naturaleza y el orden hay niños que ya descubren las manos ¡Lucas! gritan en la ciudad pero los bautismos disueltos en óleo no lo han sido jamás en el tiempo florecen alrededor del sueño escalofríos del agua pluvial escurre, que no dice, chopo tras chopo: en la caverna yerra la princesa libre porque sueña una pared distinta y decirle la vida o nada y afuera braman los embajadores, sin meta, se convierten en caballo y noticia como el amor que hace un solo gesto ni tembloroso ni inmortal reencontrado, entre la tierra y el hielo, este alimento resurge y habla interminablemente en la plenitud de la fábula y su desastre. Y si ríe como el sueño que deja de mirarse no salgas, yo te sigo, sé veloz mensajeros se levantan las miradas lacradas por la pupila
3.
ni cabalgata ni escudo lo detienen ni la sutil espada en la noticia aparecen los cometas sobre la ciudad y yo me he convertido en muerte otra palabra sin presa es la blanca humedad del juego, otra es la mano del cuerpo vencedor ¿por qué hoy el duelo? toda llave está cerca de la niña que les abre las puertas a los coyotes pero la honda tiene un solo proyectil la reverencia da origen a la danza rasguñándose enmedio de la grama lentos cruces del baile de lanceros niños, a jugar con la lechuga a mirar el inmenso pendón y las zataras y las piraguas ninguna tiene hombres a bordo.
4.
Alas rodeando la pira, batir de alas, aún en el peligro, mundo, y un ángel custodia la misma plegaria: no hay otra noticia. Litigan los vencejos y ya la noche la noche: en el vértigo pesa allá abajo, un agua, alta, pero las alas de lo efímero llaman amor a esta zambullida por el amor: mira al rayo que pierde el trueno y lo ignora, amante de un ciego no visto y aclarado por nadie y se ahoga, sí, se ahoga lentamente la luz pero hay ahora un fuego en el vaso ilimitado.
5.
Si el caso era éste pero en un lampo más alto y más indiferente ¿quién no intenta solevar un canto no sólo creado, y se vuelve? ¿quién, por cual filigrana en la niebla fiel? en el instante que ilimita el calor... a menudo las paredes confinan con el tiempo y los labios son una luz que regresa la penúltima noche, el pez florido en la red una línea en el sueño que habla otro juego la destrozará, niño tras niño, desune el humo que los encerraba en la ilimitada llanura los pliegues profundos de la capa en una sombra y más tarde —¿hasta quién?— la viva en el confín qué distinto es hablar ahora en el puente el sueño se vuelve calle... y cuánta respiración tan frágil nunca inundada... la floritura y la segunda esencia del fuego sepulto a decir nuestro, poesía desencadenada una de la otra y en todo.
6.
Falto de mira, algo cancelado es crecer y cuerpos crecer estupendo de volúmenes y cuerpos entre los gigantes de piedra, en el cerco, destrozado, que hoy destrozará, arrancando un hilo entre boca y gesto, para amar al huracán algo cancelado es el sueño que no hablará charcos, paisajes lacustres. Cadencia cadencia y claridad en los párpados cancelados cielgema es la palabra desnuda ni temblorosa ni inmortal, sutil rastro dentro de la noticia, herida, para el arrastre lento, hay ahora en el reino súbito fragmento y derroche en el anuncio ligero amor algo se ofrece mejor entrar en el reino y con otra dirección en el alba en la mano, en la otra mano hay un reino del medio invierno y no es verdad donde muda calla una maravilla primogénita, entre muchos hermanos, la palabra llega y viene del agua de los niños casuales, palabra: clarazul sobre el escudo rosa perfecta donde giran los párpados y lo simple de la suma, el himno, el racimo aún murmura en la variación ligero rastro a fin de que olvidando.
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