De El que nada
(fragmentos)
El que nada se oye en esta alberca de sombra XV
Mira mi cuerpo, este animal antiguo HVT
me oigo respirar aquí en el costado izquierdo en lo que sólo se entiende con los ojos cerrados
órbita del brazo
el otro lento tira arcos
baja más al fondo
el ojo atiende al movimiento exhala
se desdibuja toma aire más abajo
dice la boca respirando el peso del agua sostiene
en la ranura un tú o un yo un ojo un labio
¿qué ves en ese estanque?
torsiones latidos
nada respirar en otro tiempo giro el corazón ofrezco mi pecho huellas para vibrar en el agua
el cielo no los cuervos su paso: el aire barrido que había sanación que había un color capaz de curarlo todo abrirlo
que había un principio un brazo apurando el agua un remo las manos estos puntos nervios adormecen
surcos movimientos del brazo las ondas se repiten no hay nada ahí —dijo—
las huellas ese punto que explota con los ojos cerrados
un grito en el lugar allí donde lo blanco comienza a desteñirse
el pájaro en la rama espera la penumbra porque lo aturde tanta luz
dije dormido dije dormida
me oigo respirar antes del comienzo
se hincha torsión del tronco los pulmones se llenan las venas se tiñen azules guindas
se tira —se gira— se vuelve siempre hacia lo que está antes
el cuerpo
sabe rezar sin palabras
colores bajo el agua avanzo remonto
estragos de aire el pensamiento blanco deja que lo inunde hasta que sienta ramalazos
ahora
"éntrame" "la respiración sacar la cabeza en cuatro tiempos"
"la respiración sacar la cabeza en cuatro tiempos el ritmo girar los hombros muy redondos el cuerpo como flecha" —dijo—
el cuerpo como flecha y cada vez se veía más un despellejado con los ojos tan abiertos llueve
verde espeso de las aguas más denso el movimiento un cielo invertido
ir y venir horizontal la respiración eleva
¿hundirse en esa elevación? en ese mismo flujo remonto "no tienes remedio" —dijo—
sobre el agua el único sonido que interna los azules en mi oído
la ola dibuja tus ojos voy a través
una ola seguida de un mismo pensamiento
los ojos se hunden se flotan
"respira de lado" —dijo—
inspiro un bandoneón se despliega exhalo la luz honro la luz pedazos de sol
el cuerpo abierto sobre el agua
nada que pedir acaso morirse con los ojos
los cuerpos se arrastran aparece el mar del lado izquierdo sopla un aire sucio
frotándose la lluvia borra los jardines
el agua en contra atravesarla
la órbita del brazo aquí la prueba lo que duele
¿acaso hablar de haberlo visto? no hables de dios dios odia a sus animales
"abrázalo en largas oleadas nádalo ve más atrás"
un aire barrido disloca su centro
como quien gira con violencia el cuello para regresarlo a su lugar
un hueco se cierra contra la carne
¿seré yo quien perdona o soy lo perdonado? el dolor y lo dolido ¿dónde se limitan?
alguien que cae el cuerpo ese animal vaciándose de aliento
nadar con la cabeza adentro
el cuerpo lo morible no era real —era un ojo abierto— nadando al aire como si un brazo me elevara "ábrete" —dijo— si ese estadio blanco se abriera yo entraría
una herida azul habría que tocar
el aire arrastra lo limpio lo turbio lugar es sólo tiempo estas manos —las abro— que vuelvan a decirme dónde ir
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