Mucho más que el cansancio Cuando una rama de melocotonero halla otra rama de melocotonero Violación & prodigios Como queriendo hallar un suelo quieto Firmemente en los Lieder
Mucho más que el cansancio
A mis hermanas
Nublado claro más bien tempestuoso Es la mitad de Julio y se anuncia la fábula del viento. Los pescadores y la tierra fustigan de nuevo su santuario, la soledad y la muerte que con los hongos crece. Camino de la villa de Antonio cruzamos Pachacámac lo que fue casa del sol es apenas un túmulo donde nos falta el agua y una que otra muchacha. Claro está que aquí no hay templos sino ruinas y la música apagada de una lámpara. ¿Porque el mar está cada día más lejos y un pez es un milagro en la furia de los médanos? Seca flora de cardo el corazón golpea Rojo Negro Rojo Negro Rojo Rojo Muy vieja es nuestra lengua y nadie entiende ni cambia su santuario; sin embargo se oye como un trompo en el aire, como un toro perfecto. Rojo Negro Rojo El corazón no ceja Mucho más que el cansancio nublan la vista los incansables tucos.
Cuando una rama de melocotonero halla otra rama de melocotonero
Como una rama de melocotonero pliega la luz y el aire salado Tiendes tu cuerpo sin que nadie lo impida Ni el abatimiento ni la mala yerba Y en la mitad de mayo el mundo permanece quieto Llevándose la mosca lo acerbo de la tierra Lacio el corazón y los lebreles incógnitos al fondo Como otra rama de melocotonero anula lo perfecto Se desenlaza del lenguaje del cielo del ritmo de millares de estrellas Peligrosamente se inclina hacia el musgo Conos y círculos en la pendiente que ha ornamentado [tu piel Y el sol rehúsa, del éter divino se aparta y baja a tenderse en el cuenco de una imagen final al lado de sus restallantes frutos y sus aves Como es tú y yo cuando vienen a combarnos los deseos y escuchas más allá de la pureza de sus láminas más allá del silbo del escorpión y en tu seno esperas más que el monólogo de las piedras Como es tú y yo cuando ya no hay arcángeles ni corazones celestes chorreando por el pasto ni el vertiginoso anhelo de la tierra bajo el lomo del [caballo Sino esas dos ramas inútiles pero maravillosamente juntas en un creciente bamboleo sobre el gras Esta vida irreal que ha de quebrarse en un beso real Extraño ¿no? Sublime ¿no? Humanamente ajeno Lo que hasta ayer fuera un árbol insensible con ramos de hielo y flores de tinieblas cambia rápidamente en el traspaso de dos leños en el destino fulgurante de unas hojas Espera el advenimiento de los brotes y el estampido bajo Que es bello y colosal trabarse la cabeza en la luz Olvidar las manos y los ojos en el pecho de la aurora Y todo porque una rama de melocotonero quiso ser yo en su descenso Y otra rama no quiso perecer sino aferrarse Ocurre claro y así es todo Créelo por Dios la sangre quema en tus labios y va [susurrando una nueva locura
Violación & prodigios
Como impulsando al agua uno que otro guijarro miro tu cuerpo y su dulce inminencia La nieve que fustiga y se retrae legándonos un aterciopelado paraíso: Roncos, extraños, negruzcos deterioros. Circundado de bestias, de estrepitosos fuegos vuelvo a mirar tu cuerpo: cuántas especies rastrean lo escondido Luego todo es acecho las impías cabezas del verano y los tábanos interminable acecho ¡Gacela vuelta a los orígenes y envuelta en la celada de ramajes perpetuos! Se desparrama el pelo, centellean las manos es noche y la sangre no soporta sus doradas colmenas Y mientras una a una recoges las abejas se abalanza el sordo, delirante planeta Y entonces un milenio una cerrada tempestad de silencios tira su red y nos [atrapa
Como queriendo hallar un suelo quieto
Escribiré una vez y otra vez y alguna vez este poema hasta que en la colina no haya árboles Ni césped ni testigos Tampoco haya sol y la casa en verano esté iluminada por las pobres palabras Escribiré mil veces sobre el musgo Como queriendo hablar un suelo quieto El único lugar que escapa al pico del verdugo En este yermo vivir tal vez es bueno y nunca faltan cuerpos, ángeles extraviados Pero fatiga el tiempo y muchas son las palabras falsas o sangrantes A veces hay espejo, lámpara, botella que se quiebran se quiebran se quiebran Su diálogo de amor son alaridos intermitentes en tu sueño, en mis gastadas páginas: Escríbelo Y es imposible entonces corregir Con tinta falsamente clara retrasar el huidizo corazón que nos falla.
Firmemente en los Lieder
¡Aleluya! Hacemos el amor y en lo alto del limbo canta el ángel [amado Dichosa es tu loa de la luz, salvaje mi dibujo de la nieve pero ambas alas ocultan la barbarie de nuestros corazones hasta encerrarnos firmemente en los lieder como si luego del amor amáramos como si fueran tú y yo pura sangre de albatros [iluminando abismos silenciosos ¡Aleluya! Porque nunca oyera la trompeta de mi linaje en ti aunque en verdad en tu sangre ya hubiera palpitado Y es que estábamos solos amor mío Hicimos el amor y en la mente de Dios nos rehuían los [arcángeles.
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