Material de Lectura


Quinta poesía vertical (1974)
 


2

Llega un día
en que la mano percibe los límites de la página
y siente que las sombras de las letras que escribe
saltan del papel.

Detrás de esas sombras,
pasa entonces a escribir en los cuerpos repartidos por
                                                                   [el mundo,
en un brazo extendido,
en una copa vacía,
en los restos de algo.

Pero llega otro día
en que la mano siente que todo cuerpo devora
furtiva y precozmente
el oscuro alimento de los signos.

Ha llegado para ella el momento
de escribir en el aire,
de conformarse casi con su gesto.
Pero el aire también es insaciable
y sus límites son oblicuamente estrechos.

La mano emprende entonces su último cambio:
pasa humildemente
a escribir sobre ella misma.


8

Una pregunta rueda como una piedra
por el costado del hombre
y en lugar de caer en el vacío
encuentra un valle que la sostiene.

Ya no se trata de hombres ni de dioses.
Ya no se está en el sitio de las respuestas.
El propio eco se ha convertido en valle.

Quizá la salvación del hombre
consista en rodar por su propia ladera,
abrazado a la piedra
de la mayor de sus preguntas.


10

Hay vidas que duran un instante:
su nacimiento.

Hay vidas que duran dos instantes:
su nacimiento y su muerte.

Hay vidas que duran tres instantes:
su nacimiento, su muerte y una flor.


33

El corazón más plano de la tierra,
el corazón más seco,
me mostró su ternura.
Y yo tuve vergüenza de la mía.

Tuve vergüenza de los himnos largos,
de las constelaciones derramadas,
de los gestos nupciales y espumosos,
de las escarapelas del amor,
de los amaneceres desplomados.

Y también tuve miedo.
Miedo de las palabras que no cantan,
miedo de las imágenes que sobran
cuando tanto ser falta,
miedo de los roedores que se baten
en la iglesia vacía,
miedo de las habitaciones bautismales
que se llenan de águilas.

El corazón más plano de la tierra
me hizo aprender el salto del abismo
de una sola mirada.

FRAGMENTOS VERTICALES

No siempre la visión y la palabra coinciden hasta la suma del poema. Muchas veces sólo quedan algunos núcleos o imágenes o roces, como si fueran los restos o las ganancias de un naufragio. ¿Pero acaso es otra cosa toda la poesía? Quizá se debiera entonces hablar aquí de fragmentos de restos, astillas de poesía, trozos de materia desnuda de los poemas que no terminaron de nacer.

1

Me falla la memoria:
recuerdo demasiado.
Recuerdo, por ejemplo, que no era.


2

Pensar entre dos,
como si hacer el pensamiento
fuera igual a hacer el amor.


5

Llegar con los ojos abiertos a la mirada final,
como un estandarte que no se avergüenza.
Aunque los ojos abiertos
tengan que cerrar muchas cosas.


10

Lo visible es un adorno de lo invisible.


13

Hay que afilar la vida como un lápiz
y copiar al dictado.


15

Clavaron un clavo en la pared del alma,
para colgar la imagen
del alma.


19

Los números tienen forma de hombre.
Hasta el cero tiene forma de hombre.


20

Hay que aprender las lecciones dibujadas
en la parte de abajo de los puentes.


21

Una sed que sentimos en un sueño
nos ha hecho beber fuera del sueño.