Palabra no me traiciones no te me rompas a mitad del vuelo prefiero que me enseñes la forma de matarte si no me das el hijo que yo quiero
*
Qué importa esta cara de mártir barato la inútil personal cabrona muerte huyo de mi posible santidad quemo el templo que mi propio dolor construye corro sobre mis huesos hasta llegar aquí donde el dolor de todos arde como fiera como mar brutalmente humano
*
Muerdo mi propia sangre diariamente cada instante pregunto a mis verdades me escucho con profunda desconfianza toco a muerte el íntimo tambor a ver si no se rompe con mi nombre llamado traidor al ojo si no llega al subsuelo de la imagen practico la acrobacia del yo mismo en el fondo la vida es cuestión de saltos mortales
*
Por ejemplo esta tarde podría meterme en mi gabardina como dentro de una muerte perfectamente diseñada y andar y andar por las calles resolviendo con oficio de fantasma algunos crucigramas que la soledad nos impone o podría imitar la bellísima libertad de los perros sin dueño pero uno hay que aceptarlo va teniendo reservas con el viento lo importante sería echar parejas con los relojes tener un hambre de ciudades en las plantas que los pies amaran toda la tierra habría —pienso— que enterrar la parte conservadora del pellejo y desarrollar como locos auténticos esta piel capaz, de crear su propia luz y de verdad que este crecer del hombre y no hablo de sus huesos es este viejo y nunca resuelto problema de las dos pieles yo pienso largamente en estas cosas hablo con los demás para saber si se trata de una locura pública o privada y me da algunas veces un oceánico gusto reconocer ciertas familiaridades fantásticas cierta identidad de insomnio alguna sed increíblemente igual les digo que podría echarme llave y gabardina adentro dejar que el corazón hiciera cuentas y seguiría vagando soñando abiertamente y haciendo castillos y castillos y castillos hasta demostrar que el asesino no es el viento
*
Tengo ahora nostalgia de yo mismo y me quedo sin tiempo en niño antiguo y de verdad el pájaro es el pájaro y un caballo de amor el aire tiene son las tres de la tarde está lloviendo mi padre habla del mar siento los peces mil novecientos livio y era entonces un cielo mío vivo ciertamente
*
Niño el mundo y tus ojos se aman vuelan hacia tu nombre mil puñales no miras en el aire las vivas avenidas que hace el llanto cómo decirte niño que hay un tigre envenenado y ciego que te anda buscando sueña niño sueña sueña mientras a nosotros la muerte nos anuda la corbata
*
Ése era el rostro el aire no podía multiplicar su imagen entre él y los espejos las relaciones eran naturales si alguna vez la muerte quiso escribirle algo su fiesta de raíz su cielo celular rompieron bellamente la gris caligrafía tirada por fantasmas recuerdo algunas cosas dos lagos diminutos donde dormían peces y muchachas de la boca salían casi indistintamente pájaros y palabras tambor de Dios antiguo río de ángeles la lengua era un castillo tiernamente cerrado recuerdo algunas cosas el tiempo es un caballo que bebe y bebe imágenes tren con sed de nosotros va apagando distancias y la memoria como siempre y siempre se va entregando al amarillo viejo hasta que las fotografías nos traicionan pero así eran las cosas más o menos éste es el rostro el otro no lo encuentro
*
Hay hombres de callado apocalipsis su tiempo es una lenta navaja de semanas aman un aire muerto y unas veces se puede ver sobre sus ojos rotos una enorme niñez asesinada
*
Empezaré diciendo dos fantasmas viven en la ciudad por separado exactamente sólo dos fantasmas hablan de amor miran pasar la vida y a veces hasta cantan algo implacable los une dos ríos son y a la hora señalada se tiran con sus siglos en la cama no queda ni una gota de ellos mismos se mueren tiernamente en la batalla hacen otro universo en un instante después les da miedo pavor su propia ropa ponerse el nombre todo su fantasma De mi ciudad recuerdo sobre todo un reloj donde la muerte le habla a sus habitantes con aterradora exactitud desde siempre
|