El discurso del camello
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Me duele nuestra soledad desde que mueren los pequeños soles trozos de cielo sin importancia allá en la cima de la colina las mañanas han olvidado el silencio caen cual sílabas como el rocío para no significar nada Me duele el día que se levanta dique o vela de arena entre nosotros que nos llamamos "hermanos" pero no camaradas mientras que lanzan aparatos perfeccionados para sancionar las manos abiertas a la vida los puños que exigen la tierra el árbol la identidad Me duele la indiferencia distribuida por no sé qué estrella en los cuerpos grasos de las ciudades desnudas y sin [ternura los veo muy ocupados en sus cálculos con el rostro embarrado de margarina para ocultar un cierto horror que sonroja su frente los veo impasibles tras el vidrio igual número de fracturas en el tiempo que decide por sus sueños y les predice el sismo los veo secretar la injusticia para el equilibrio de la historia todo se justifica con tal de que un niño no venga a perturbar la calma Pero existen cosas peores... existen los "hermanos" los sepultureros de nuestra esperanza que duermen en un lecho de nostalgia mientras que hormigas y moscas vienen a posarse en su memoria mientras que el poema natal lanza órdenes a los niños que caminan sobre la espuma para detener el contrabando entre las estrellas y la [vergüenza Cuánta ceniza en mi cráneo que todavía cree posible el sueño cuánta sangre bajo esta tierra gris cuántos olivos que mueren en el alba coagulada cuántos poemas amordazados en la muerte blanca Dejad que me revuelque en las arenas para perder la memoria para no hablar más de los hombres para ya no huir de la muerte Los "hermanos" los sepultureros, con las lágrimas en [los ojos masacran a los camaradas limpian la capital y se lavan el sexo presiden la oración y olvidan Después de todo para qué decirlo no me lamento todos los días mueren en los campos, en las arenas el olivo y el sol lo saben más bien hablo por la tierra lastimada hablo para que el cielo me abra una puerta [al azul y al verde hablo para que el océano sea el único [testigo de nuestra herida hablo para que los niños un día puedan ver nacer el alba de sus sueños hablo para que se sepa que se falsificó la historia hablo mas ¿qué vale la palabra de un camello? hablo para el desierto pero la arena toma ya el color de mi soledad el desierto avanza hacia Amán la compasión la tempestad estrangulan [a las almas degeneradas sorprendidas por su hedionda desnudez Hablo y mi discurso se pierde en las dunas acaso alguien me escucha Mi prójimo está lejos apenas cree en la fatalidad lo mismo que el pájaro que tiene miedo se posa en una rama incierta mi prójimo es un camarada que sorprendió mi delirio y perdonó mi locura abandonó la tienda Mi canto es indigno de quienes mueren por la noche y renacen con el alba mi canto es pobre sólo soy un camello un destino que se acaba estoy triste pero no desesperado aun cuando los "hermanos" y los demás decidieron que mis camaradas serán los [olvidados de la historia no saben que el desierto va a parir Un sueño es arrojado al espacio un sueño que tiene razón una estrella audaz ilumina ese sueño en el combate en el amor en los encuentros del árbol y del bosque en la vida que marchita las coronas ese sueño sin palabras estalla en las calles árabes canta y llama la muerte desprendida del cielo El hombre con la memoria marchita monta sobre el lomo de un viejo esclavo y hace un discurso para retener el sueño [estallado olvida sus palabras babea se descompone |