Cicatrices del sol
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Que me perdone mi pueblo Tú que no sabes leer toma mis poemas toma mis libros haz con ellos una hoguera para calentar tus soledades que cada palabra alimente tu brasa que cada soplo dure en el cielo que se abre Tú que no sabes escribir que tu cuerpo y tu sangre me cuenten la historia del país habla. Es acaso ilusión del arco iris pertenecerte pertenecer a ese cuerpo que mutilan Leeré los libros al revés para leer mejor un campo florido en tu rostro Hablaré la lengua de los bosques y de la tierra para entrar en la multitud que se levanta Desembarcaré en las heridas de tu memoria y habitaré tu cuerpo que se calla Juntos diremos la primavera a los niños de los terrenos baldíos Diremos el sol moribundo al astro que se vacía Pediremos cambiar la vida a la montaña anónima la montaña que avanza Mientras clasifican los asuntos cotidianos bailan sobre la espalda uniforme de hombres y mujeres ríen y comen el hígado de las madres enlutadas Devolveremos la bestia desfigurada a los archivos de los ministerios La historia ya no tiene intenciones de moverse se aferra a las fibras de la muerte y preside la sesión de apertura en el matadero de la ciudad Nuestra historia es un territorio de heridas que cierra una primavera de euforia Acuérdate íbamos a sembrar la esperanza por los campos revolvíamos la ciudad igual que la tierra preñada descubríamos árboles silvestres dispuestos a atravesar el cielo y miles de hombres voluntarios para llevar a este país a la cumbre del sol creíamos en la aurora de diamante el alba despuntaba al llamado de los niños la calle danzaba en nuestros brazos olvidábamos que la luz podía engendrar un alma extraña nos embriagábamos con el fuego para estrechar mejor el candil del sol Y luego la ciudad y el cielo se desintegraron el sueño roto dejaba correr su pena por las callejuelas [desiertas El pueblo ha atado la esperanza a la espera alarga los viernes bebe el tinto fuma kif come lombrices y se apodera del sol los demás manos y sexos corrompidos se juegan nuestra memoria en el póker nuestra memoria se marchita nuestra memoria dormita Pueblo la cabeza me pesa es carroña hiede el verbo cae la entrego a la víbora maldita nuestra locura nuestra rabia entrelazadas a la víbora maldita. |
Huérfana del cuerpo mi memoria vino a depositarse en la espuma del viejo puerto Cortó el ala del levante y nombró la claridad del rostro peregrino Entregada y abierta la mano crea el día en la blancura movediza se alimenta con algas de palabras y de escamas mientras que sobre los techos las palomas indican el itinerario del vagabundeo Asilah te nombro y atravieso tu soledad Piedras mudas descubrí el ritmo del olvido en las raíces de tu sol En el lindero de la mañana la música permanece —una ola viene a habitar nuestra mirada— Ya es el mar el instante en el que la bruma nos extravía Nuestros párpados ya no tiemblan: la ciudad sale de mis sienes instala el azul reacomoda los árboles llama a las nubes libera al sol detenido en el extremo de la ausencia Asilah la esperanza es en ti un niño de ojos inmensos donde todo un pueblo puede alojarse Asilah en ti la herida es la sombra del día equívoco en ti mi poema se inclina mi locura traspasa la luz en ti la quemadura del ojo que ha descompuesto tus muros rehace nuestro soplo en el ala viva Asilah hasta cuándo la leyenda del niño que perdió la remembranza en el flujo de tus silencios |
Cuando es de noche, repudio al astro que alimentó mis ilusiones. Llamo a la duna y a la piedra. Camino sobre la punta de tus estrellas. Entonces hablo de tus hijos atrapados entre muros. Les pido girar la piedra y tener un rostro. |
Sidi Larbi ya no sanará mi demencia. La dedico al mar que la arrulla y le da color. Y tú, Sidi Ahmed Marzuk, deshaces la ola en el resplandor de la espera y hago un pacto embriaga a tu progenie. |
y vosotros dormís sin cerrar el corazón |
Variaciones sobre la mañana |
1. quisiera decirte todo cuanto llevo dentro y atravesar la ciudad sin cortar el sol conocer tu paso inicial y clasificarlo en el archivo de los signos. 2. me resulta más fácil releer la ruptura del tiempo a través de una ternura que acumular sentimientos en la nada. 3. la única ráfaga en la memoria es la transparencia del cuerpo dispersando en el cielo que se levanta sobre los muertos. 4. inmaculada tu palabra que se adelanta al tiempo de una muerte roja en el ocaso de todos los soles el tiempo de la espuma levanta tu soledad cuento tus regresos con la cara pegada a la baldosa de las cosas. 5. pedí al enigma que tatuara una ciudad entre las líneas de la mano y erigiera la piedra contra el destino ciego pero vi que el ojo-fugaz se posó y maltrató al sol al término del itinerario lácteo de tu mirada la mano se cerró en un diminuto y extraviado destello. 6. nácar y oro la ausencia el velo carmesí sobre frente y máscara abiertos la duna arregla la mano el alba. 7. y cayó con el corazón lleno de desierto al principio la piedra no era angular se volvió sagrada porque una mano la rozó en cuanto al Libro creaba el mar y entornaba los ojos al día siguiente la grieta se abrió camino en la espalda del tuberculoso el ojo posó para la posteridad vuelvo a levantarme multiplico los desiertos/ espejismos recluidos confundidos con el astro inútil es el Sur/ la ausencia y la ilusión nula. 8. si el astro mirón asciende del pozo verifica qué leyenda lo alimentó y si llama a tu puerta no abras tu rostro entre tú y él tu mano sólo tu mano puede detener al espectro y penetrar el mal con el ojo cerrado a la muerte. 9. cada mano es una soledad desgastada pálida la caricia amovible en la inquietud detectada a espaldas de la vergüenza tragada el miedo hiere nuestra memoria. 10. erguido el éxtasis de una mano que la lepra arrancó del cuerpo devuelta al mundo anémona signo y rechazo del tiempo. 11. en mi cabeza en nuestra cabeza un caballo levanta viento en mi cabeza risa sinónima pero mi cabeza se desplazó la palabra desmiente la figura desparramada desde que dejé de habitar una camella me pierdo vocifero y extiendo la mano cuando se agachan clavo un puñal en la espalda justo entre la quinta y la sexta vértebra (cuestión de costumbre) pero vuelven a nacer es cuento de nunca acabar la tierra se escurre bajo vuestros cuerpos y permanecéis suspendidos con el ano en forma de trompa cerráis los ojos y posáis la mano en la frente de las nubes. 12. no resta nada que llevarse los recuerdos se quedan pasmados frente a la [navaja los árboles perdieron toda función sistemática las flores ya no son de papel el destino se ahoga en el estanque de la mano cinco estrellas vieja 13. locura sin idioma y se me entrega en fría mesa abro mi vientre: números avispas y una luna de acero. |