I Todavía estoy dentro de la luz Pero eres tú la que ha de decirme Tú la palabra vacía la que guarda el nombre Desbordada luz en la confluencia de los sueños anegándose en el corazón Absuelta luz en la extensión del instante Luz sola sin más Desasida Mínima en su raíz Quebrada luz áspera Detenida en su grito Temblando entre las manos II Y dije tu nombre Y el lugar era de aire Y la palabra la presa en la desolación de la fe Y la palabra cierva en la amplitud del silencio se desploma dócil en su infinita contradicción en su misericordia Y el corazón se cierra Y el corazón se abre Deslumbrado III Quietísima la luz apenas polvo ¿Eres tú la que habita el nombre? ¿Tú la que irrumpes? El peso de la Pythia en la conciencia Balbuceando me cierno en círculos como un halcón Segada luz en su deslumbramiento IV Flujo y reflujo de los años vestales Aquí adentro la luz se derrama Y la palabra cruza el umbral Y me llené la boca de tierra para callar a las palabras
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