Un amigo en un tipi en las Rocallosas del Norte salió a cazar cola blanca con un .22 y acechó a la manada que dormía la siesta, disparó contra un macho, eso pensaba. "Era una hembra y estaba cargada con un cervato." Curó la carne sin sal; la rebanó en el sentido de sus fibras. Una amiga en la Sierra Norte le dio a un venado con su coche. Iba tranquilamente frente a los faros, "Y cuando la destazamos había un cervato —así de largo— y flaco— bien formado. Tenía manchas. Y sus pezuñas eran blancas y blanditas."
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