Insomnio
La luna, en el "espejo del tocador, mira a un millón de millas (y tal vez, con orgullo, hacia sí misma, pero nunca, nunca sonríe) de distancia, más allá del sueño, o tal vez duerma de día. Por el Universo desertado le diría ella que se fuera al infierno, y encontraría un cuerpo de agua o un espejo en el cual habitar. Envuelve entonces tu inquietud en telarañas y arrójala al pozo a ese mundo invertido donde la izquierda es siempre la derecha, donde las sombras son realmente el cuerpo, donde pasamos en vela las noches y los cielos son tan poco profundos como profundo es ahora el mar, y tú me amas.
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