Esta es la casa de Bedlam. Este es el hombre que está en la casa de Bedlam. Esta es la hora del hombre trágico que está en la casa de Bedlam. Este es el reloj pulsera que da la hora del hombre tan locuaz que está en la casa de Bedlam. Este es un marinero que usa el reloj que da la hora del hombre tan enaltecido que está en la casa de Bedlam. Esta es la rada, toda de tablas adonde llega el marinero que usa el reloj que da la hora del admirable viejo que está en la casa de Bedlam. Estos son los años y los muros de la sala, los vientos y las nubes del mar de tablas surcado por el marinero que usa el reloj que da la hora del maníaco que está en la casa de Bedlam. Este es un judío con un gorro de papel periódico que baila llorando por la sala sobre el rechinante mar de tablas del chiflado marinero que da cuerda al reloj que da la hora de ese hombre atareado que está en la casa de Bedlam. Este es un muchacho que golpea contra el piso por ver si el mundo sigue allí y es plano, para el judío viudo con su gorro de papel que baila llorando por la sala un vals a lo largo de una tabla ondulante junto al callado marinero que escucha en su reloj el tic tac de la hora del hombre exasperante que está en la casa de Bedlam. Estos son los años y los muros y la puerta que se cierra sobre un muchacho que golpea contra el piso para sentir que el mundo sigue allí y es plano. Este es un judío con un gorro de papel periódico que baila alegremente por la sala hacia los entablados mares que se van más allá del marinero de ojos fijos que sacude el reloj que da la hora, del poeta, del hombre que está en la casa de Bedlam. Este es el soldado que vuelve a casa de la guerra. Estos son los años y los muros y la puerta que se cierra sobre un muchacho que golpea contra el piso para saber si el mundo es redondo o plano. Este es un judío con un gorro de papel periódico que baila con cuidado por la sala avanzando sobre el tablón de un ataúd con el chiflado marinero que muestra su reloj que da la hora del desdichado que está en la casa de Bedlam.
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