Restos de aviones, pintados como una feria amarillos, grises y verdes. Es el destino de los monstruos que chuparon el impuesto que pagamos con sangre. El símbolo del sol naciente en pedazos. Los arrojan como maderos desde furgones luego los amontonan en carretas. Fábrica de fundición cerca del río. Restos que luego de ser fundidos renacerán como ollas y sartenes para alimentar nuestra vida cotidiana para empezar de nuevo una vida llena de sufrimiento.
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