La semilla en la ceniza
Angustia sin edad de alguien quemándose entre tus cabellos Hay demasiado trópico en la nieve de la colina almohada de tu seno Mañana que me den un alba de limón de perfil lívida Ya sabré la última curva de tu geometría de espumas Entonces creceré hasta esa rígida soledad que se afila los gritos En un paisaje irrespirable de fábricas Qué mensaje seremos yo y ese pájaro sin voz y sin atmósfera Ahorcados de ceniza en el alambre sobre el árido río de la vía Qué amarilla palabra mortal para qué gozo prohibido De alguien de pie en el humo del pecado llamándonos para nacer Semáforo a la boca del túnel antes de la catástrofe Alguien sí por completo sin edad y sin soñar del mar sin sueño Como esos camarotes sin ventanas que sólo han oído hablar de él a las olas Hijo nonato que sólo nos sabe por la roja marea de la madre Así nosotros a Dios por lo que de él nos preguntamos Apaga tu vigilia y bébeme de llama triangular de tu incendio Alarga en chimenea tus cúpulas sin empleo y sea humo su leche Este otoño serán cúbicas todas las frutas y en claro oscuro Y yo no estaré presente a la cuadratura de tus ojos Y mañana habrá otra vez escaleras con un ángel en cada estación Y qué haré para recordar el baile de mis serpientes capicúas.
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