Mujer
¡CUÁN vanamente, cuán ligeramente me llamaron poetas, flor, perfume...! Flor, no: florezco. Exhalo sin mudarme. Me entregan la simiente: doy el fruto. El agua corre en mí: no soy el agua. Árboles de la orilla, dulcemente los acojo y reflejo: no soy árbol. Ave que vuela, no: seguro nido. Cauce propicio, cálido camino para el fluir eterno de la especie.
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