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Oliverio Girondo |
Nota introductoria
Cansado Para el mismo Enrique Molina, Persuasión de los días es "el paso de una geográfica a una ética." Es decir, se ha pasado "de un universo físico a un universo moral". El dominio del lenguaje se ha extendido hasta conformar un proyecto original de significación. Girondo escarba dentro de la lengua y, en múltiples ocasiones selecciona las palabras más deslucidas o las más manoseadas o las más pobres y entonces las metamorfosea, las viste, las festeja: y usaremos palabras sustanciosas, La aparición de En la masmédula (1956) participa a las letras hispanoamericanas de uno de los libros más audaces y excepcionales de nuestra literatura. En este poemario se trasgreden las convenciones de la sintaxis, de la semántica e incluso de la fonética. A dicho respecto escribe Aldo Pellegrini:
En En la masmédula la comunicación se torna una sinfonía. Y es esta una fantástica aventura de la poesía moderna. El laboratorio de los sonidos ("Lo no moroso al toque / el consonar a qué la sexta nota / los hubieran posesos / los sofocos del bis a bis acoplo de sorbentes / subósculos") produce el vértigo de un encuentro inesperado con la lengua. Las palabras-montaje, el efecto lewiscarrolliano, originan en español una vía de expresión sin antecedentes y de desempolvamiento del lenguaje, en la que el brasileño Haroldo de Campos y los cubanos Severo Sarduy y Gabriel Cabrera Infante, entre otros, han incursionado bajo la irrisión de una fiesta paródica, de la que Girondo fue (es) innovador. Para algunos poetas actuales, la experiencia de En la masmédula supera los intentos del Trilce de Vallejo, una tentativa no llevada a sus últimas consecuencias. Contrariamente, el texto de Girondo resulta el sortilegio de la intrepidez, del punto límite del lenguaje. Y, acaso, la práctica de En la masmédula sea ya irrepetible.
Y creo que Oliverio Girondo estaba en lo cierto. Anamari Gomís |
De Veinte poemas para ser leídos en el tranvía |
Nocturno Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana. Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas. Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón. Buenos Aires, noviembre, 1921 |
Exvoto A las chicas de Flores Las chicas de Flores, tienen los ojos dulces, como las almendras azucaradas de la Confitería del Molino, y usan moños de seda que les liban las nalgas en un aleteo de mariposa. Buenos Aires, octubre, 1920 |
Biarritz
Biarritz, octubre, 1920 |
De Calcomanías |
Calle de las sierpes A D. Ramón Gómez de la Sema Una corriente de brazos y de espaldas Sentados al borde de las sillas, Con sus caras de mascarón de proa, Ceñidos en sus capas, como toreros, En los invernáculos Cada doscientos cuarenta y siete hombres, Sevilla, abril, 1923 |
Siesta
Penden de los balcones racimos de glicinas La bondad soñolienta que trasudan las cosas Andalucía, 1923 |
De Espantapájaros (Fragmentos) |
En cualquier parte donde nos encontremos, a toda hora del día o de la noche, ¡miembros de la familia! Parientes más o menos lejanos, pero con una ascendencia idéntica a la nuestra. |
De Persuasión de los días |
No soy yo quien escucha No soy yo quien se pasa la lengua entre los labios, No soy yo quien espera, No soy yo quien escribe estas palabras huérfanas. |
Es la baba Es la baba. A través de mis párpados |
Cansancio Cansado Cansado, Cansado. Cansado, |
De Embelesos |
Rebelión de vocablos De pronto, sin motivo: |
Gratitud
Gracias pelo Gracias pudor Gracias a los racimos Muchas gracias al humo Gracias por la ebriedad, Gracias a lo que nace, Muchas gracias gusano. Oliverio Girando, |
Encallado en las costas del Pacífico* A Enrique Molina Corta los dedos momias Huye con ella en llamas del brazo de su miedo Furiosamente aleja tu Segismunda rata introspectiva Deja ya desprenderse el cálido follaje que brota de tus Huye con ella envuelto en su orquestal cabello |
* Publicado en La Nación el 1 de abril de 1951, con el título Instancias a un poeta —encallado en las costas del Pacífico—. Disgustado por la errónea identidad que muchos lectores prestaron al poeta del título, el autor decidió mencionar al verdadero destinatario del poema en el caso de una futura reimpresión. |
Angelnorahcustodio
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De En la masmédula |
Noche Tótem
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Aridandantemente
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Hay que buscarlo En la eropsiquis plena de huéspedes entonces meandros Hay que buscarlo dentro de los plesorbos de ocio Hay que buscarlo ignífero superimpuro leso |
Maspleonasmo Más zafio tranco diario |
Trazumos
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Gristenia Noctivozmusgo insomne |
A mí Los más oscuros estremecimientos a mí |
De 20 poemas... |
Otro nocturno
París, julio, 1921 |
De Calcomanías |
Tánger A D. Alfonso Maseras La hélice deja de latir; Erizadas de manos y de brazos Sobre el muelle de desembarco, Calles que suben, ¡Calles que muerden los pies A caballo en los lomos de sus mamás, Cada ochocientos metros Fantasmas en zapatillas, Con dos ombligos en los ojos En el pequeño zoco, Impermeables a cuanto las rodea, Chaquets de cucaracha, ¡Barrio de panaderos Desde lo alto de los alminares Y de noche, En tanto que, al resplandor lunar, Tánger, mayo, 1923 |
De Espantpájaros |
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De Espantapájaros |
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De Persuasión de los días |
Ejecutoria del miasma Este clima de asfixia que impregna los pulmones A través de años muertos, |
De Persuasión de los días |
Testimonial Allí están,
Allí la sal, ¡Pero no! Y aquí estamos: Escoria entumecida de enquistados complejos |