Hay que buscarlo
En la eropsiquis plena de huéspedes entonces meandros de espera ausencia enlunadados muslos de estival epicentro tumultos extradérmicos excoriaciones fiebre de noche que burmua y aola aola aola al abrirse las venas con un pezlampo inmerso en la nuca del sueño hay que buscarlo al poema
Hay que buscarlo dentro de los plesorbos de ocio desnudo desquejido sin raíces de amnesia en los lunihemisferios de reflujos de coágulos de espuma de medusas de arena de los senos o tal vez en andenes con aliento a zorrino y a rumiante distancia de santas madres vacas hincadas sin aureola ante charcos de lágrimas que cantan con un pezvelo en trance debajo de la lengua hay que buscarlo al poema
Hay que buscarlo ignífero superimpuro leso lúcido beodo inobvio entre epitelios de alba o resacas insomnes de soledad en creciente antes que se dilate la pupila del cero mientras lo endoinefable encandece los labios de subvoces que brotan del intrafondo eufónico con un pezgrifo arco iris en la mínima plaza de la frente hay que buscarlo al poema
|