Material de Lectura

Sobre la estructura


A últimas fechas se han escrito tantas tonterías acerca de "la estructura" (y generalmente las han escrito los poetas académicos), que mucha gente ha olvidado ya que la mejor manera de construir una casa es construirla. Todos aquellos que trabajan con las manos saben bien que el método preciso para mover una roca pesada consiste en tomarla firmemente con las manos, apuntalar los pies, poner la roca en movimiento con ambas palmas, y hacerla rodar hacia donde uno quiere que vaya. Hay que hacer que trabaje la piedra. (No quiero escupir sobre los huesos de los críticos; sus huesos polvorientos no me interesan; a mí denme medio kilo de carne con hueso de Melville; no quiero perder el tiempo con el aserrín que sacan de la cabeza de poetas de ínfima categoría, casi todos ellos fallecidos hayan muerto ya o no.) Creo que El puente de Hart Crane falló porque no meditó lo suficiente en su estructura, quiero decir, en su propia estructura como hombre.

Si de algo estoy seguro, es que toda nuestra concepción de los versos como líneas está equivocada. Las palabras tienen valores de relación característicos que nada tienen que ver con la relación que guarda una línea con otra; si se toma esto en consideración tendremos, a final de cuentas, una relación perfecta línea por línea en el poema como una totalidad. Existe un peso específico para cada palabra. Un ritmo que se siente es un ritmo que tiene sus propias leyes. Es un error garrafal distribuir los acentos como quien mide los ingredientes de un pastel. Tenemos un país lleno de poetas-pasteleros, y resulta imposible distinguirlos: tan malo es uno como otro.

La poesía es escritura. Tal vez ni siquiera estoy hablando de poesía (al menos no de aquélla sobre la que tanto cacarean los críticos.) ¿Que en quién pienso cuando digo todo esto? En Dante, creo yo, en Dostoievski. Ellos sí que fueron escritores. Y escribieron.

Kenneth Patchen

Palo Alto, California