Muerta
Casi me alegra la insolencia con que te instalas en mi corazón y desvías la brújula del pensamiento hacia los parajes que frecuentabas tú que eras secreta como una almendra Ahora te atravieso como a una plaza sin sombras Te adivino como a una moneda que ofrece cara y cruz al mismo tiempo Te leo como a un libro que pudiera abrirse en todas sus páginas a la vez Y creo que corriges ay tan a posteriori nuestros malos recuerdos
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