Reconciliaciones
no podemos tocar ni los sueños ni la vida pero la mano que se alarga hacia los sueños y la mano que se alarga hacia la vida tocan ambas un solo centro nos entregan un tacto solo más cierto que tocar o creer que tocamos no podemos asir lo que amamos pero la mano que se tiende para asirlo y la mano que sabe y retrocede se juntan en el único ademán posible un asir simultáneo de soltar una ola que urde mientras se rompe su propio nacimiento no podemos decirnos porque somos todo lo que decimos todo lo que callamos pero la mano que escribe palabras y la mano que borra palabras pactan aquí se dan la mano
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