El maravilloso ejercicio de despertar
La ventana de mi cuarto transmite puntual el noticiario de las siete Dice que los árboles perdieron en la luz su pesadumbre de pájaros y en close-up una rama se yergue y pregunta Dice que bajo el acanto y el malvón y la higuera los muertos se han bebido hasta el último charco de la noche Dice que se ha puesto el jardín verde-ultrajante recién nacido del relente con la cara lavada No pienso Me exprimo los ojos que gotean sueños azul-pereza Mi cuerpo se yergue y pregunta La mañana prospera como en un acto definitivo de la luz Tal vez hoy sí empiece la vida No pienso todo fue ya pensando y me atraviesa como a un distraído valle de todas las cosas Tal vez hoy sí algo vaya a pasar no repetido Tomo en serio el discurso de la claridad en su toma del poder y el humilde fervor de mi cuerpo solidario con el nuevo orden luminoso No pienso me armo sobre mis piernas me doy cuerda me visto me peino ordeno para el día escasas palabras palabras simples connotaciones blancas verdes y anaranjadas santos y señas como “amor mío” o “buenos días” Servirán para armar el día claro Y ensayo todas las conjugaciones en presente de indicativo porque el maravilloso ejercicio de despertar promete todo el tiempo y casi tomado por la luz tengo ganas de correr porque no hay prisa
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