Jörgen Nash Selección, traducción y nota introductoria de Andrés King Cobos VERSIÓN PDF |
Nota introductoria |
Jörgen Nash nació en 1920, en el poblado rural de Vejrum, situado en la península de Jutlandia, en Dinamarca. Su padre fue maestro de escuela y su madre tocaba el órgano en la iglesia del pueblo. Jörgen cuenta1 que tuvo una infancia feliz llena de juegos, amigos, trabajos en la granja, escuela, canotaje, amor de su padre y rítmicos e inteligentes cuidados e instrucción musical de su madre. A esto atribuye Jörgen su carácter festivo, su vitalidad y su imaginación.
Durante la Segunda Guerra Mundial participó con su hermano, el famoso pintor Asger Jorn, en la Resistencia contra la ocupación alemana en Dinamarca. Durante los últimos años de la guerra vivió en Suecia, como refugiado político. Es autodidacta y ha ejercido múltiples oficios: campesino, obrero, empleado de circo, editor de revistas, articulista, escultor, pintor y escritor. Su primer libro de poemas, Leve Livet (Vive la vida), se publicó en 1942. Su extensa obra literaria, aunada a otras actividades que incluyen artes plásticas, happenings y cortometrajes, lo convierten en uno de los más prominentes modernistas de su país. En 1942 viaja a París y participa del movimiento Cobra (nombre derivado de las primeras letras de las tres ciudades europeas que participan en él: Copenhague, Bruselas y Ámsterdam). La intención del grupo fue tender un puente entre la pintura y el arte popular, hasta nuestros días es uno de los movimientos más prominentes de Europa.2 Es colaborador de la prestigiada revista de literatura danesa, Helhesten3 (Caballo del infierno). Ellos publicaron su libro Salvi Divo.4 Entre 1959 y 1962 formó parte del Comité Central del controvertido grupo “Internacional situacionista”, fundado por su hermano Jorn y el cineasta Guy Debor. Este grupo fue precursor e inspirador de consignas libertarias durante los movimientos de 1968 en Francia y otras partes de Europa. En 1962 funda el Bauhaus de talleres situacionistas en Drakabygget, en Skona, al sur de Suecia. Desde entonces, y hasta ahora, han pasado por allí miles de artistas y personajes de todos los países y condiciones: disidentes, refugiados, perseguidos, marginados. Se ha formado allí un verdadero centro liberador de energías creativas, artísticas y sociales, que indudablemente han influido sobre los movimientos sociales, políticos y culturales de Escandinavia. El propósito de este Nido de Dragones ha sido siempre acercar la vida al arte, sustentar la utopía de un arte de todos y para todos, frente a la sociedad contemporánea, fragmentada y especializada. “Un arte que no sea ajeno a la vida”, es la consigna de Nash. Un arte para subvertir la comodidad aburrida, el consumismo, la vanidad estúpida y la somnolencia conservadora. Un arte inspirado en los principios lúdicos y críticos del dadaísmo o el surrealismo en sus mejores momentos, las aspiraciones de Rimbaud, Baudelaire, Artaud y esa manada de ovejas negras. Su poesía, activa y oral, se desarrolla en todos los foros: calles, oficinas, fábricas, estaciones de trenes, cafés, escuelas, entradas de museos. Tales problemas ocupaban la cabeza de Nash en los años iniciáticos de rebeldía y negación, conciencia e identidad. Su crítica abarca los socialismos corporativos y el capitalismo por igual. Jörgen llena los escenarios más disímbolos con sus puestas en escena. Provoca la moral y se le llama “explosiva bola de nieve”; rebelde e irrefrenable, detonador de movimientos artísticos y de conciencias dormidas: el público siempre toma parte en sus presentaciones. Unos ejemplos: se atribuye el robo de la cabeza de la escultura de La Sirenita, símbolo nacional danés. También enterró vivo a uno de sus camaradas en un ataúd con sondas de oxígeno. Irrumpe en la ópera Madame Butterfly con cohetes y mantas, cuando la heroína está a punto de aceptar al almirante de Estados Unidos, para gran azoro de la aristocracia danesa: tal protesta se da en la época de mayor beligerancia y contra la guerra de Vietnam. Nuestro poeta activista empuja el carrito aparentemente inofensivo de su locura desestabilizadora hasta las columnas electrónicas que sostienen el espectáculo donde se comercializa y se aliena nuestra vida cotidiana, nuestra historia contemporánea. ¿Alguien apagó la luz? Y así desencadena la conciencia colectiva y participante. Y entonces, este Buster Keaton comienza a leer poemas: textos cargados de lírica ternura, de identificación con las clases explotadas, poemas de nostalgia y de mitos, como los cuentos de Anderson, o las historias de vikingos. O quizás lance uno de sus poemas onomatopéyicos: entonces bufa como gato, maúlla y promueve una identificación con la naturaleza. O, simplemente, hace reír, con su “Paloma torcaza”:
Humor, lirismo, provocación, liberación a través de un arte que rompe fronteras. En el caso de su happening “Franco Asesino”, logró que los países escandinavos intervinieran ante el gobierno español para evitar la sentencia a muerte de varios anarquistas vascos. Desde finales de los cincuenta, también ha trabajado por romper fronteras y consignas en el ámbito de las artes plásticas a través del grupo Cobra y del Internacional situacionismo. Su propuesta es radical contra las convenciones vigentes. En la actualidad, las actividades pictóricas de Nash son tan importantes como las literarias. Desde Drakabygget, con su compañera, la pintora danesa Lis Zwick, programa las actividades artísticas del situacionismo; entre ellas, más de 100 exhibiciones itinerantes que han recorrido el mundo entero. Entre sus otras actividades debe señalarse su trabajo con esmaltes y sus cortometrajes: uno de ellos trata del arte del tatuaje en Escandinavia, otro sobre la vida y la obra del poeta francés René Char. Ambos fueron filmados en colaboración con el fotógrafo turco Lutfi Ozkok. Ha escrito 32 libros, que abarcan casi todos los géneros: poesía, cuento, ensayo, novela y crónica. Sus poemas se han traducido a más de 16 lenguas. Además, Jörgen es traductor al danés de Dylan Thomas, Bertolt Brecht, García Lorca, Ezra Pound, T.S. Eliot, entre otros. Su labor periodística es constante, en Dinamarca y Suecia. Participó en la toma de un fuerte militar, en el corazón de Copenhague. Actualmente, Christinia sirve de vivienda a cientos de artistas y sus familias. Este poeta anarquista de jovial sonrisa campesina es considerado en su país un provocador y transgresor, pero goza de gran éxito como artista que mueve a situaciones mediante sus palabras y vitalidad, humor e ironía. En tonos que van desde el sarcasmo lúgubre hasta la más discreta y fina ironía, mezcla lo grotesco y lo bello en una misma unidad lúdica, poderosa y liberadora. Esto sólo puede explicarse a partir de sus ancestros vikingos. No es cosa fácil vivir los inviernos grises, las largas noches, el frío escandinavo. Ese ámbito crepuscular y hamletiano debe ser acompañado con una mesa bien puesta, debe abrirse sinceramente la intimidad de los comensales como se descorchan las cervezas, se pelan naranjas y quesos, se deshuesan los arenques o se parte el pan. Es necesario un cuento que cubra el silencio de las noches, como un barco que abre el hielo con su proa dirigido por el capitán Anderson y nos conduce a lugares antiguos, exóticos, desconocidos... y debe hacernos regresar a la mesa donde los rostros ensimismados oscilan ante la luz de las velas. Escuché algunos de los poemas de este libro en mesas donde sólo los corazones atajaban la nieve y me abrí a ritos ancestrales (¿vikingos? ¿celtas?) donde cada palabra agrieta y corta. Su épica y su lirismo me cautivaron: subyace en las líneas la raíz de una sociedad real que se cuestiona real y sinceramente la participación democrática y representativa de sus integrantes. La estrella fugaz de la aventura ilumina sus frentes: existe esperanza para la libertad. Son voces con una sensibilidad diferente a la nuestra, en su eco hay un anhelo de borrar las fronteras y mostrar que canto y alma son indivisibles y universales. Los poemas seleccionados acusan temáticas, ritmos y estilos diversos: en su conjunto revelan a un hombre y su voz. “El rey hacedor de las imágenes ha muerto” es un poema en homenaje a su hermano. Hay en él un lirismo y drama característicos de Nash: la vitalidad de una voluntad libre y optimista aun frente a la muerte. Nash, con recursos modernos y estilo libre. Alabanza o escarnio, ternura e ironía se dan la mano. Nash es un poeta que arriesga frente a la emoción: cuerpo, color y sensaciones son convocados por la palabra. Hay luego una serie de poemas cortos. En varios de ellos habla del tatuaje. Estas piezas breves inyectan tinta de colorida jovialidad bajo la piel, en el cuerpo de los mitos cotidianos y la tradición. Son el puente hacia sus poemas solidarios con las clases trabajadoras y marginadas. La rebelión y la solidaridad con los desposeídos son otra constante en su obra. Sin abandonar la emoción, su poesía con temas políticos se acerca a Brecht y muestra la indudable influencia de su generación, comprometida y vociferante. “Elegía atómica” es un poema de juventud, aunque ya se ve en él la fuerza y viveza de sus imágenes. Impugna el fascismo y la intolerancia sin atenuar el discurso de la narración cruda. El estribillo de los poemas es: Dilo con flores, multiplica la indignación. Ante la masacre y el holocausto, las buenas conciencias son igualmente culpables. Si bien abundan en su poesía las denuncias, son más numerosas las alabanzas. Nash es un enamorado de la vida y las mujeres. A fin de cuentas, lo que caracteriza al poeta es un registro polifónico de voces, de un contrapunto entre el lirismo y la exposición dramática de situaciones sociales e históricas, tejidas en un ritmo sonoro, con complejas metáforas que le dan un tono vital y rebelde, humoroso y delicado. Quiero también expresar aquí mi agradecimiento a todos los que de alguna u otra manera colaboraron en este bello y difícil proyecto literario: muy especialmente al autor y a Lis Zwick por su tenacidad y paciencia, por sus amables indicaciones, así como su sincera y valiosa amistad. A Pernille Nash (hija mayor de Jörgen) que trabajó con tanto amor y dedicación en algunos de los primeros borradores, así como a Felipe Agudelo. Agradezco a los traductores y escritores daneses que me brindaron su ayuda en la traducción de algunos pasajes o poemas. Un especial agradecimiento le debo a la poeta y traductora Elisa Ramírez por su generosa ayuda, revisando y sugiriendo aproximaciones más eficaces al final del proceso. Su trabajo editorial y literario me fue invaluable y me confirmó lo grato y libre del trabajo devocional que sentimos hacia nuestra amada poesía. De igual manera quiero agradecer a mi querida esposa y compañera Annemarie Flint Bjerre, que en todo momento me apoyó con su preciso conocimiento literario de la lengua danesa y la historia y tradiciones de su pueblo. Su lúcida y solidaria entrega a este trabajo me ha permitido tender este humilde pero rico puente vivo de voces entre dos lenguas y culturas, tan disímbolas como afines en sus contenidos espirituales y humanos. Espero así que esta antología de la poesía del poeta danés Jörgen Nash proporcione al lector tanto placer y testimonio crítico como a mí me lo han otorgado, así como todo lo que humanamente se eleva hacia el verbo de la visión. |
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El rey hacedor de las imágenes ha muerto Poema fraternal para Asger Jorn*
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Asger, lui ç’est un vandale!
Jacques Prévert |
I |
1 Asger Jorn nació el 3 de marzo de 1914 en Vejrum. Se trata del hermano del poeta. (N. del T.) 2 Movimiento artístico europeo fundado por Jorn y Karel Appel entre otros. Su nombre deriva de las primeras letras de las tres ciudades participantes: Copenhague. Bruselas y Ámsterdam. (N. del T.) 3 Nombres de gnomos y duendes inventados por los hermanos Nash y Jorn, que aparecen en cuadros y litografías del segundo. (N. del T.) 4 Henry Heemp. Pintor y escultor danés. (N. del T.) |
La vida en su florecimiento |
A Lis Zwick1
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La ternura es tan necesaria como la técnica. Oh, estar juntos sobre las aguas quietas ver las piedras del fondo y las plantas acuáticas a través de los nuevos lentes de cristal claro de Jack Herlin en Laholm, remar con Lis en el canal Gota, en Darlana, Varmland, Jamtland y Vatenbotten. Mover el cuerpo a tu ritmo, caminar entre flores silvestres con Linne, Love, Almqvist y Harry Martinson.2 Montarse en bicicleta sobre el verde. ¿Escuchas la canción de los rayos?, ¿la de los cuervos? Zumbido de abejorros y fragancia de heno recién segado. ¿Quién corta el heno? ¿Quién lanza a los cuervos? Pescar en la montaña pescar en el mar sin temor a la corriente. Pescar ingeniosamente con redes y ser cuidadoso con las presas. Escucha, Arne Broman, experto en pesca del Expressen.3 Sólo pan y pescado. ¿Has pensado lo bueno que es todo esto? Abre la mochila del caminante, la de la canoa, la de la bicicleta. Pero sobre todo, la mochila del amor. Ahora llega el momento. ¿Cómo aprender a mostrar la ternura? ¡Te amo! Estas son las palabras que ella quiere oír. Pidió una declaración de amor. Yo contesté: Se ama mejor con rayos y truenos. La Flor de Mayo se eleva entre la verde guirnalda de flores y tú entras a la cabaña del solsticio de corazón rojo. Desde las alacenas de la tierra el viento exhala abundantes aromas. Ahora te toca decidir, jugar, danzar, cantar y mirar arte. Subir, probar tus alas como la roseta en el paracaídas del cielo. O si no volverte loco con el tenis en Bostad— el deporte blanco O si no volverte loco O si no volverte O si no volver O si no O4 |
El revolucionario |
¡Es correcto rebelarse! El motivo que pesa en mi cuerpo es una elección acorde a mi naturaleza. Soy revolucionario, subversivo de la sociedad. La hoz y el martillo en mi pecho son una provocación abierta contra el sistema de clases. Nadie puede confundirme. Todos conocen mis convicciones. |
Completamente honesto |
En mi cuerpo están inscritos los nombres de todas aquellas a quienes he amado Kirsten, Alice, Margareta, Sussie, Lena, Mary, etc. Mi nombre, Erling, significa honesto. Para mí, el amor es eterno cada vez. La flecha atraviesa el corazón, las rosas y el fuego, apenas tatúo sobre la piel el nombre de mi amada ella siente haber vencido a las otras. Realmente, no engaño a las mujeres. |
El rebelde de nuestra sangre roja |
Poseídos por una extraña canción llegada desde más allá del horizonte, con tantas ganas de aventura como Simbad el Marino, con tanta sed de conocimientos como Cristóbal Colón, los intrépidos traspasan la barrera del sonido en el aire. Ser y desarrollarse, morir y ser aniquilado por el sol sin el pensamiento electrónico de un robot, sin el descorazonado tiempo de los diablos mecanizados ahogándose en el silencio poslúdico de las flautas de Pan. Que el sol combata la muerte radiactiva cantando la gran canción de la materia desde las estrellas, aunque nuestra carroza solar gire por zonas de peligro donde todos juegan con lumbre. Crecer y marchitarse como hierba bajo el gran ojo de Dios con tan claro brillo estelar como en la luz de la eternidad, con tanto temor a la oscuridad como en la hondura del alma del pueblo, unirse con el rebelde en nuestra sangre roja. |
Autorretrato |
Soy una cosa creada de amor y caos— una fiera acosada que quiere violar a todos en el encanto de un abrazo invisible. ¿Soy algo vivo o soy un cadáver, algo recién nacido y frágil temblando en el invierno y enamorándose en primavera cuando los campos maduran? |
Porque |
El palo en la carne |
Estoy perdido en otro ser —vivo una mañana recién nacida. Mujeriego. El suelo del bosque. El palo en la carne y aún así descarnado. Beso una brizna de hierba. Huele igual que cuando los niños la sostienen en sus manos y la soplan como chirimía. Mi deseo azul es un pájaro enamorado que despierta de pronto, vuela desde las silenciosas sombras del bosque. Sube y cae— encuentra al sol cenital. |
Los días |
Grandiosos son estos días cuando el sol y yo salimos para reír con los pájaros bajo el ligero follaje. Grandiosos son estos días cuando el amor viene a mí en el claro significado de las horas. Infinitos son estos días cuando tu cuerpo es deslumbrante y mudo y sin embargo habla como los ardientes corazones que uno a otro se atraen. |
El triple acorde de una nueva vida |
Yo acróbata sobre el filo de la vida he saboreado el jugoso durazno de la primavera, he visto la fecundación crecer de alegría, la he visto henchirse y tremolar semana a semana. Yo mitad de un par de amantes soy un canto de ámbar sensual, traigo al tercer corazón de nuestro sueño lianas de nostalgia vibrante mes tras mes. Yo joven aguja de una brújula de amor veo ahora, en el noveno mes de la cosecha detrás de la suave sombra de tu ombligo —pequeño ojo solar de tu cuerpo— el triple acorde de una nueva vida. Todo lo mío que hay en ti es atendido con tanta ternura cuidadosa, cuidadosamente como el niño, aún por nacer, de nuestros sentimientos. |
Canción del silencio |
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Cantemos del paraíso terrenal |
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Emy, la mujer de la vida alegre |
Mi primer marinero tatuado se llamaba Villy, Él me mostraba tres puntos en su pulgar— Fe, Esperanza y Caridad— él me embarazó. Desde entonces he mantenido yo sola a la criatura. Algunos coleccionan timbres. Yo colecciono aventuras. He hecho el amor con un tipo que tenía a Eva y la serpiente alrededor de su cintura, Uno con un velero de tres mástiles en el pecho, Uno con los versos del salmo navideño Noche de Paz, Uno con God Save the King y dragones luchando a sus espaldas, Uno con una bruja en el brazo, agachada sobre su caldero. Uno con un macho cabrío que embestía en un corral y Rest in Peace, my dear Mother sobre el estómago, Hice el amor con un tipo que tenía tatuado en el pie derecho “estoy cansado” y en el izquierdo “yo también”. Y él mismo era sus pies —¡Ay, ay, ay! Un español se había tatuado alas de ángel, pero no le sentaban, pues era un verdadero demonio. Uno tenía varias jugadas de bridge en el pecho uno tenía un pavorreal y otro un tablero de ajedrez en la espalda un tercero tenía cuatro papagallos y dos golondrinas, uno tenía su tipo de sangre escrito en la axila derecha y en la izquierda una telaraña con un hilo hasta el ombligo desde donde me miraba embobada la araña. Uno tenía serpientes venenosamente verdes alrededor del cuello y la “Gran Caza de Zorros” en su espalda. Sobre mí se han tendido las runas, pinturas rupestres y tumbas de marinos, el Padre Nuestro en inglés, un gran guerrero apache, un rústico isleño con barajas en los bíceps. Muchos con banderas, cuchillos, calaveras, Jesucristos en la cruz, corazones flechados, rosas, aves, anclas y nombres de muchachas. No menos de veintinueve lucieron sobre la piel Emmy —my true love como homenaje eterno. Yo sólo tengo un nombre tatuado en mi cuerpo, Laila —mi camarada. Y ella tiene el mío. |
Pan y el silbato de la fábrica |
¿Has observado esta mano que hornea la hogaza, |
En la mañana |
El sol se levanta amarillo, redondo, brillante a través de las nubes azules, cava un surco en el silencio. Feliz y brincando el gallo canta en el patio. El pasto estira sus hojas verdes, las perlas de rocío ruedan como en un hechizo desde el condimentado tallo de las flores. Embriagada y juguetona la alondra canta en el aire. Muchacha —calientes saludamos un nuevo día como cuando recogemos la cosecha. Zumban los voladores de la miel. |
Sé misericordioso con el donador rico |
Un viejo refrán dice: “La caridad es una plegaria de indulgencia.” Ciegos limosneros de fruta— la tierra es más rica de lo que enseñan en la milicia femenina auxiliar, tan abundante —les digo que no cuenta las gotas de lluvia... Pero ustedes han intentado contar los rayos del sol... pertrechados con cestas de mimbre y costales han cosechado los frutos caídos. Orgullosos y sentimentales, babeando, salieron por la fina puerta del jardín para humillar al patio interior El día de ayer fue misericordioso. El día de hoy es una caridad que al mismo tiempo acaricia y rasguña para resguardar la flor de la brillante cultura de occidente: ¡la fiel belleza del sufrimiento! Y para asegurar la mermelada de la sociedad a los callados menesterosos de la tierra —¡y para absolver al donador rico! |
Sal, vino y aceitunas |
a la memoria de Paul Le Cour
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En la fría y transparente cosecha de septiembre bajo el fuego olímpico de la luna llena cayó el oscuro rocío de la muerte silencioso y pesado sobre la flor de tu vida. Ofrecida la sal, el vino y las aceitunas en el último viaje de los griegos difuntos. ¡Te saludamos!, desaparecido heleno con las verdes aceitunas de la palabra, el mágico vino del verso, la sal pura de la pena. Aceitunas, porque la bíblica fertilidad del árbol de olivo era tu sueño suave sobre el arabesco bien lanzado del poema. Vino, por las flamencas uvas, sangre de las Galias, burbujas que estallan en imágenes, semillas del sol de tu mente, Sal, porque buscabas los copos blancos de nieve del océano y los hallaste en la profundidad de las aguas vivas. |
Pescado danés |
Los gatos de Venecia tienen patas como borlitas de sauce. Se deslizan cariñosos con la piel limpia como bálsamo. Los gatos de Venecia tienen ojos penetrantes como estrellas. Te atrapan fácilmente con la luz de la pupila porque la gatita es cortesana del sur. Los gatos de Venecia son cortejados día y noche. Invitan al beso ronroneando cuando el sol y la luna los lamen. Los gatos de Venecia tienen el paladar más fino del pueblo de las góndolas. Ah, si no es pescado danés enseñan las garras y bufan. Pequeñas gatitas venecianas se venden por pescado para sus flacas madres en el crepúsculo y yo, en silencio, lloro. |
La vibración del dragón celeste |
Vibran tímpanos— tañidos por violetas azules. ¿Escuchaste escopetas en la noche, perteneces a los parias nocturnos? Las piedras rotas lloran un tornado de lágrimas de sal y pimienta porque el mensajero tiene sudor de cadáver. Que el pasado te oriente en la vida, si te detienes mueres. Ninguna gracia crece o florea en la arena sangrienta del martirio. Mira por última vez al cerdo solar en el cenit. Sonidos del tímpano— todos los crucificados de la tierra reverdecen en la fronda, en tierra de nadie. Presagian maldad —acuérdate de todos, no los toques Como palabras descuidadas por mórbidos labios. Deja que los muertos entierren a sus muertos. Una paz, tan suave y silenciosa, la buena siembra inicial, como cuando la palabra era el hombre y el núcleo de la palabra, el hecho. No la fuerza deificada del acero, la metralla que calienta el cañón y enfría la vida, no la pálida premeditación del pacto, brote y presagio de antiguos actos bestiales: ¡La muerte carga con todos! ¡Oh! eso no, eso no, nada de eso— más puro, como la canción de la alondra, cordial como el corazón de la paloma, transparente como aguas divinas de las lluvias y el calor y el germen de la hierba unidos y la marea titilante de un mar de estrellas azul celeste en el curvo arco del firmamento eterno— tal es el camino de la verdad la palabra de la vida y el sol de la humanidad. Sonidos del tímpano— Desplazados en la noche, brotes en la corola de pétalos de la vida nosotros, despojos transfigurados de la tierra, nosotros, que alcanzamos la fiesta de la primavera y quienes nos quedamos a la cosecha de los granos. Gritamos al espacio y los tiempos tan alto, entre nosotros, como el viento: ¡avanza, no retrocedas! Las huellas asustan pero los campos maduran y borran lo que no queremos sentir, lo que no queremos oler, lo que no queremos oír, lo que no queremos ver, lo que no queremos probar, lo que no queremos cantar tras aquello que permanece con los muertos. Para quien comprende el secreto de la paz de los sepulcros las puertas de la vida están abiertas, ahora y para siempre... Dejad que los muertos sean la tierra de los vivos báñate en el sol Purificado y libre brote tierno en la brisa primaveral. |
Elegía atómica (1946) |
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