Fuegos (que ardieron brillantemente)
La guerra que libramos ya está perdida hace tiempo que la causa del combate es un fantasma La malicia y los malos hábitos han ganado el día los honores por los que luchábamos están perdidos en la discordia Las trompetas y las normas han caído en el polvo se han abierto las heridas y los colores se han herrumbrado En un tiempo orgullosos y verdaderos ahora humildes y vencidos los fuegos que ardieron con tanto brillo ahora sólo son energías agotadas Bajad el telón y demos fin a la obra La multitud se ha retirado a sus casas y el elenco ha zarpado en un barco Nuestras flores y nuestras plumas son tan terribles como las armas nuestros poemas y nuestros escritos se han transformado en ilusiones.
Keith Reid
(Versión hecha sobre la traducción de Marcelo Covián, Op. cit.)
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