Elegía
Cuerpo, criatura, sí, tú y yo nos conocimos.
Tal vez corrí a tu encuentro como corre la nube cargada de relámpagos.
Ay, esa luz tan breve, esa fulminación, ese vasto silencio que sigue a la catástrofe.
Quienes ahora nos miran (piedras oscuras, trozos de materia ya usada) no sabrán que un instante nuestro nombre fue amor y que en la eternidad nos llamamos destino.
De Materia Memorable
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