Los labios
Te besaré, total Amor, te besaré —En torno a su retiro tan continua la fronda— Hasta rendir por ímpetu de súplica los labios —Sin una nube el cielo sueña con una flor— A su más fervorosa crisis favorecida, —Frenesí de clavel bajo el sol y el azul— Al más irresistible paraíso evidente —A plomo el mediodía sobre nuestras dos sombras— Que nos embriagará de inmortal realidad. ¡Tesón en la ternura, éxtasis conquistado!
|