Luce sobre el mantel, más blanco ahora, El cristal —más desnudo. Yo al amarillo ruboroso acudo. Para mí se colora. Fruta final. Un rayo se recrea Dentro de nuestro juego, Íntimo se perfila. Yo me entrego. ¡Color, perfil, idea! En más placer la idea se nos muda, Y de amigo en amigo Rebota hacia la dicha que persigo: Normalidad aguda. ¡Tanto verano generoso lanza Sus fuerzas al concierto De este sabor total! Mi mundo es cierto. Casa con mi esperanza. ¡Oh diálogo ocurrente, de improviso Luz en la luz vacante, Punto de irisación en el instante De gracia: Dios lo quiso! A través de un cristal más sol nos llama ¡Suprema compañía! Tan solar es el vaso de alegría Que nos promete fama. Humo hacia el sol. El aire se concreta: Jirón gris que yo esbozo. Calladamente se insinúa el gozo De una gloria discreta. El tiempo se disuelve en la delicia De un humo iluminado Por ocio de amistad. ¿No es el dechado Que el más sutil codicia? Se redondea el borde de la taza También para la mente. Lúcida ante el café, se da al presente, Y a la verdad se abraza. ¡Posesión de la vida, qué dulzura Tan fuerte me encadena! ¿Adónde se remonta el alma plena De la tarde madura?
|