El cielo que es azul
Festividad
La acumulación triunfal En la mañana festiva Hinche de celeste azul La blancura de la brisa. ¡Florestas, giros, suspiros En islas a la deriva! Pies desnudos trazan vados Entre todas las orillas Que Junio fomenta, verdes Liberales y garridas. Y los aros de los niños Fatalmente multiplican Ondas de gracia sobrante, Para dioses todavía. ¡Tanta claridad levantan Las horas de arena fina! Los enamorados buscan, Buscan una maravilla. ¡Qué bien por el río bogan! ¡Al mar! Ya el mar los hechiza Pero los cielos difusos Luces agudas enviscan. Caballos corren, caballos Perseguidos por las dichas. ¡Vientos esbeltos! Sus ángeles, Que un frescor de costa guía, Aman a muchachas blancas, Blancas, pleamar divina. Pleamar también del mar Corvo de animal delicia: Obstinación de querencia Turnos de monotonía, Pero en ápice de crisis Que tiende choques en chispas Al azul, aunque celeste, Vivacísimo en la brisa. ¡Júbilo, júbilo, júbilo! Y rinde todas sus cimas —Fuerza de festividad— Todo el resplandor del día.
Redondez
Restituido a su altura Más cóncava, más unida, Sin conversiones de nubes Ni flotación de calina, El firmamento derrama, Ya invasor, una energía Que llega de puro azul Hasta las manos ariscas. Tiende el puro azul, el duro, Su redondez. ¡Bien cobija! Y cabecean los chopos En un islote de brisa Que va infundiendo a la hoja Movilidad, compañía, Situadas, penetradas Por el mismo azul de arriba. Azul que es poder, azul Abarcador de la vida, Sacro azul irresistible: Fatalidad de armonía.
Ardor
Ardor. Cornetines suenan, Tercos, y en las sombras chispas Estallan. Huele a un metal Envolvente. Moles. Vibran Extramuros despoblados En torno a casas henchidas De reclusión y de siesta. En sí la luz se encarniza. ¿Para quién el sol? Se juntan Los sueños de las avispas. ¿Quedará el ardor a solas Con la tarde? Paz vacía, Cielo abandonado al cielo, Sin un testigo, sin línea. Pero sobre un redondel Cae de repente y se fija, Redonda, compacta, muda, La expectación. Ni respira. ¡Qué despejado lo azul, Qué gravitación tranquila! Y en el silencio se cierne La unanimidad del día, Que ante el toro estupefacto Se reconcentra amarilla. Ardor: reconcentración De espíritus en sus dichas. Bajo Agosto van los seres Profundizándose en minas. ¡Calientes minas del ser, Calientes de ser! Se ahincan, Se obstinan profundamente Masas en bloques: canícula De bloques iluminados, Plenarios, para más vida. Todo en el ardor va a ser, Amor, lo que más sería. ¡Ser más, ser lo más y ahora, Alzarme a la maravilla Tan mía, que está aquí ya, Que me rige! La luz guía.
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