Soy el poeta del Cuerpo y soy el poeta del Alma, Los placeres del cielo están conmigo y los tormentos del infierno están conmigo, A los primeros los injerto e incremento en mí mismo, a los segundos los traduzco a una nueva lengua. Soy el poeta de la mujer al igual que el del hombre, Y digo que es tan grande ser mujer como ser hombre, Y digo que nada es tan grande como la madre de los hombres. Entono el canto de la expansión y de la soberbia, Hemos vivido caídas y desprecios suficientes, Y muestro que el tamaño es tan sólo crecimiento. ¿Has superado a los demás? ¿eres tú el Presidente? No importa; todos llegarán ahí e irán más lejos. Soy el que camina con la noche tierna y creciente, Invoco a la tierra y al mar semienvueltos por la noche. ¡Noche, cíñeme a tu pecho desnudo —cíñeme, noche magnética y fecunda! ¡Noche de los vientos del sur —noche de grandes y escasas estrellas! ¡Noche tranquila que me invita —noche de verano loca y desnuda! ¡Sonríe, oh tierra voluptuosa de aliento fresco! ¡Tierra de árboles soñolientos y líquidos! ¡Tierra de crepúsculos muertos —tierra de cumbres envueltas en la niebla! ¡Tierra del fluir cristalino de la luna llena recién teñida de azul! ¡Tierra del brillo y de la sombra que jaspean la corriente del río! ¡Tierra del gris límpido de las nubes que brillan y se aclaran para mí! ¡Tierra vertiginosa y yacente —tierra rica de manzanos en flor! Sonríe, que tu amante llega. ¡Pródiga, me has dado amor —y amor te devuelvo! ¡Oh, amor apasionado e inefable!
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