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De Construir la muerte (1982)
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De un día de diciembre Entierro Tristeza postcoital Zona roja How poor a thing is man [El rey Nezahualcóyotl pintó en su cara] Sueño en Tenochtitlan Teotihuacan Fray Gaspar de Carvajal recuerda el Amazonas
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DE UN DÍA DE DICIEMBRE Desde temprano pesada de sueño la mujer arrastró su cuerpo fatigado por las horas iguales y de gris en gris llegó a la noche sin despertar Todo su día fue oscurecer |
ENTIERRO En sucesión los coches funerarios pasan junto al mercado de las flores como si a la calle populosa la cruzara un largo olor a muerto Sólo por un momento porque la tarde que huele a negro a gasolina y grito huele también a luz
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TRISTEZA POSTCOITAL Velozmente en la noche en cama estrecha viendo pasar las luces en el horizonte pareja hace rápidamente el amor en el tren (luego sentado uno frente a otra con las luces prendidas tristeza postcoital) |
ZONA ROJA Como una ternera de carne amoratada la hija del jardinero en la vitrina azul |
HOW POOR A THING IS MAN Nací en la Calle Pobreza esquina con Injusticia mis padres fueron Dignidad y Mañana Tal Vez siempre a la puerta del palacio de la señora Rectitud desde muy joven aprendí a comer aire y a apreciar lo Invisible en la escuela de la Privación Un día de lluvia porque estaba allí mojé mi puñal en el pecho de un general y pasé veinte años en la casa de la Realidad ahora soy libre para correr las calles de Nuestra Señora la Ciudad acompañado de Desgracia y Vejez |
EL REY NEZAHUALCÓYOTL PINTÓ EN SU CARA siete líneas de vida en cada raya iba el sonido que hace la luz en el aire y en el sonido el color que hay en las cosas pero un día la lluvia lavó en su cara las siete líneas de vida y el rey miró en el agua los ojos de otro Netzahualcóyotl que lo miraba (por sus miradas pasó la vida) |
SUEÑO EN TENOCHTITLAN 1 Toda la noche entre las casas blancas atravesé el canal los remos cortaban en el agua el verde silencioso de los sauces y revolvían las sombras de los templos Del otro lado del canal en una barca amarilla venías tú con la cara pintada de rojo y por un momento nuestras barcas se cruzaron bajo el puente azul y ya no pude seguir tus ojos que me miraron clavaron en mi corazón flechas de luz 2 Tus ojos dejaron en el aire pájaros azules y tu cuerpo dejó a su paso cuerpos luminosos alrededor de ti todo se calmó las gentes que pasaron por las calles entraron una en otra sin salir de sí mismas yo atravesé tu cabeza transparente yo levanté tus manos impalpables yo bebí luz de tu pecho yo un gallo negro nos despertó |
TEOTIHUACAN Idos los hacedores de soles y de lunas los constructores de templos y de tumbas desvanecidos los dioses en los cerros y perdidos los hombres en la noche por la desierta calle sólo vaga un perro hambriento con toda el hambre de la historia en sus entrañas y todas las puertas cerradas a su paso ¿Quién siguiéndolo por la Calzada de los Muertos atravesando los espectros que flotan en la tarde entre serpientes mariposas y pájaros al penetrar el espacio de la ciudad fantasma no ha de llegar por siempre al destino del hombre? Aquí donde se construyó una y otra vez el templo sobre el templo y el hombre sobre sus cenizas aquí en el poniente extremo donde se precipitaron juntos sacerdotes y edades y donde el quinto Sol se ha de hundir en la noche terrestre brilla todavía nuestro sol cotidiano Muertos los dioses y deshechas sus obras los siglos al final se hacen palabras ruinas mordidas por la luz y el viento y el hombre en su agonía no sabe hacia dónde reclinar la cabeza ni con qué voces dirigirse a la muerte mientras por el valle desolado sólo pasa el más inasible de los dioses el aire |
FRAY GASPAR DE CARVAJAL RECUERDA EL AMAZONAS Viejo y enfermo no tengo miedo a la muerte: ya morí muchas veces. Por el río grande he navegado y he visto sombras colgando de la luz y ecos brotando del sonido sordo que provoca el choque de las aguas con el mar abierto. De entre las ramas cálidas de la máscara verde de la orilla he visto surgir la flecha emponzoñada y he visto caer del cielo como aguja y tizón el rayo y el calor. Debajo de todo lecho hay un esqueleto acostado y en toda agua corre una serpiente de olvido. Más difícil es ser un viejo que tiene frío en las horas que preceden al alba y sentir dolor de huesos en la estación de lluvias que seguir en un barco perdido el cauce del río más caudaloso del mundo. Como todo hombre, día tras día he navegado hacia ninguna parte en busca de El Dorado, pero como todo hombre sólo he hallado el fulgor extremo de la pasión extrema de este río, que por sus tres corrientes: hambre, furor y cansancio, desemboca en la muerte |