Blues del robot
Tal vez piensen que allá en Ciudad Robot Todo es jugar, jugar, jugar, Pero el robot número cinco debe trabajar día y noche. El número uno se acerca y me pone a trabajar: “Aceita las flores, compón las regaderas, Limpia los árboles eléctricos. Enciende la luz, hazlo bien, y ahora escucha atento: No le coquetees a la preciosa número tres. Y por eso tengo el blues del robot, Acá en el compartimiento de mi corazón, En mis viejos zapatos magnéticos. Cuando veo a la número tres la sintonizo con mi botón, Cuando veo a la número tres mi pistón se llena de aceite, Tú sabes de lo que hablo, Pero ella quiere a ese número uno Porque él es rico Gracias a mi chamba. La número tres hechiza el corazón de cualquier robot, Moviendo su cuerpo como una vieja lata; Si pudiera ponerle los ganchos encima, La lubricaría gratis. Tengo un plan perfecto para que no juegue conmigo. Y por eso tengo el blues del robot, Acá en el compartimiento de mi corazón, En mis viejos zapatos magnéticos. Bueno, voy a conseguir una pistola de rayos, Veré lo que puede hacer. Creo que voy a buscar una ZZ especial Q. Volaré el relleno del número uno Y me rehusaré a componerle sus resortes. Él descubre que me escabullo por detrás, Apaga mi visor y me deja completamente ciego. No puedo ver para dispararle. Aquí está el final de mi cuento, Él se fue con la número tres y yo maldije mi inutilidad. Y por eso tengo el blues del robot, Acá en el compartimiento de mi corazón, En mis viejos zapatos magnéticos.
Robin Williamson (de Incredible String Band), 1970.
Robin Williamson y Mike Heron han sido la columna vertebral del grupo Incredible String Band. Ellos dos y Clive Palmer crearon el conjunto en 1965, en Edinburgh. Desde el inicio de su carrera aparecieron como miembros del movimiento folk inglés. En el aspecto musical se destacaron de inmediato por su especial capacidad para combinar todo tipo de instrumentos, desde violines y guitarras eléctricas hasta fregaderos aporreados con cucharas. Williamson y Heron son dos de los más grandes letristas que ha dado el rock; muchas de sus canciones se apoyan en un fino sentido del humor o en imágenes surrealistas. En 1974 Heron y Williamson decidieron separarse y continuar trabajando como solistas. Entre las obras de Incredible String Band figuran: The Incredible String Band, The 5 000 Spirits of The Layers Of The Onion, The Hangman’s Beautiful Daughter, Wee Tarn And The Big Huge, Changing Horses, I Looked Up, U, Liquid Acrobat As Regards The Air, No Ruinous Freud, Hard Rope.
Entre sus obras como solistas figuran: Journey’s Edge (Williamson), Diamond Of Dreams (Heron).
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