“No worst, the is none. Pitched past pitch of grief”
Peor no, nada hay. Más hondas que la hondura del dolor, Nuevas mordeduras, enseñadas por las otras, más se ensañarán. Tú que consuelas, ¿dónde, dónde tu consolación? María, madre nuestra, ¿dónde tu alivio? Mis lamentos fluyen, largos como rebaños; se acurrucan en una pesadumbre Principal, tristeza del mundo; sobre un yunque de la edad de las edades boquean y cantan — Luego callan, luego ceden. Furia gritó “¡No se pierda Tiempo! Dejadme ser cruel: por fuerza he de ser breve.” Oh la mente tiene montañas; acantilados de caída Pavorosa, recta, inexplorada de hombre. Puede tenerlos en poco Quien nunca allí pendió. Ni por mucho nuestra pequeña Duración trata con ese abrupto o profundo. ¡Aquí! cuélate, Mísero, bajo un consuelo sirve en el torbellino: toda Vida la muerte acaba y cada día muere con el sueño.
1885
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