Zona
En suma estás cansado de este mundo tan antiguo Pastora oh torre Eiffel esta mañana bala el rebaño de los puentes Estás harto de vivir en la antigüedad griega y romana Hasta los automóviles parecen aquí antiguos Sólo la religión se ve tan nueva como siempre la religión Se ve igual de sencilla que los hangares de Port-Aviation Sólo tú no eres antiguo en Europa oh Cristianismo El europeo más moderno sois vos Papa Pío X Pero a ti a quien vigilan las ventanas te impide la vergüenza Entrar en una iglesia y confesarte esta mañana Lees los prospectos catálogos carteles que a voz en cuello cantan Son la poesía esta mañana y para la prosa están los diarios Las entregas a 25 céntimos llenas de aventuras policiacas Retratos de grandes hombres y mil títulos diversos Esta mañana vi una linda calle de cuyo nombre me he olvidado Nueva y limpia era el clarín del sol Los directores los obreros y las hermosas mecanógrafas Cuatro veces al día por allí pasan de lunes por la mañana a sábado por la tarde Tres veces gime la sirena cada mañana Una campana rabiosa ladra al mediodía Las leyendas de letreros y paredes Las placas los anuncios chillan como loros Me gusta la gracia de esa calle industrial Que está en París entre la calle Aumont-Thiéville y la avenida des Ternes He aquí la joven calle y tú eres sólo un pequeñuelo Tu madre no te viste más que de azul y de blanco Eres muy piadoso y como al más antiguo de tus camaradas René Dalize Nada te gusta tanto como la pompa de la Iglesia Son las nueve bajaron el gas y azulea salís del dormitorio a escondidas Rezáis toda la noche en la capilla del colegio Mientras eterna y adorable profundidad amatista Gira para siempre la deslumbrante gloria de Cristo Es la hermosa azucena que todos cultivamos Es la antorcha pelirroja que el viento no extingue Es el hijo pálido y bermejo de la madre dolorosa Es el árbol siempre frondoso de todas las plegarias Es el doble cadalso del honor y de la eternidad Es la estrella de seis puntas Es Dios que muere el viernes y el domingo resucita Es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores Poseedor del récord mundial de altura Pupila Cristo del ojo Vigésima pupila de los siglos que sabe arreglárselas Este siglo se hace pájaro y se eleva como Jesús por los aires Los diablos alzan la cabeza en los abismos y lo miran Dicen que imita a Simón el Mago en Judea Gritan si sabe volar que lo llamen volador Dan de maromas los ángeles en torno al lindo volatinero Ícaro Enoch Elias Apolonio de Tiana Flotan alrededor del primer aeroplano A veces apartándose abren paso a los que arroba la Santa Eucaristía Esos sacerdotes que eternamente ascienden elevando la hostia Aterriza el avión por fin sin plegar las alas Se puebla el cielo entonces de millones de golondrinas Irrumpe un vuelo de cuervos halcones búhos De África llegan ibis marabúes flamencos El pájaro Roe celebrado por cuentistas y poetas Planea apretando el cráneo de Adán la primera cabeza entre sus garras Del horizonte se lanza el águila con un grito penetrante Y llega de América el pequeño colibrí Y de China los pihis alargados y flexibles Que sólo tienen un ala y vuelan en parejas Y acá está la paloma inmaculado espíritu El pavo real ocelado y el ave-lira lo escoltan El fénix esa hoguera que se engendra a sí misma Con su ardiente ceniza lo vela todo por un instante Tres sirenas que abandonaron los peligrosos estrechos Llegan cantando prodigiosamente Y todos fénix águila y pihis de Chin Fraternizan con la máquina voladora Andas ahora por París solo entre la muchedumbre Rebaños de autobuses ruedan mugientes a tu lado La angustia del amor te anuda la garganta Como si ya no fueras a ser amado nunca Si vivieras en los buenos tiempos ingresarías en un monasterio Te avergüenzas cuando te sorprendes diciendo una plegaria Te burlas de ti mismo y como el fuego del infierno chisporrotea tu risa Es como un cuadro colgado en un sombrío museo Y a veces vas a verlo de cerca Andas hoy por París las mujeres están ensangrentadas Era y quisiera no acordarme era cuando declina la belleza Nuestra Señora me miró en Chartres rodeada de llamas fervientes La sangre de vuestro Sagrado Corazón me anegó en Montmartre Estoy enfermo de oír las bienaventuradas palabras El amor por el que sufro es una enfermedad vergonzosa Y la imagen que te posee te hace sobrevivir en el insomnio y en la angustia Siempre pasa a tu lado esa imagen Ahora estás a orillas del Mediterráneo Bajo los limoneros que todo el año florecen Te paseas en una barca con tus amigos Nizardo el uno hay un mentoniano y dos de La Turbie Miramos con miedo a los pulpos de las profundidades Y entre las algas nadan los peces imágenes del Salvador Estás en el jardín de una posada en las afueras de Praga Te sientes muy dichoso hay una rosa en la mesa Y en vez de escribir tu cuento en prosa observas A la cetonia que duerme en el corazón de la rosa Con espanto te descubres dibujado en las ágatas de San Vito Estabas muerto de tristeza el día que te viste en ellas Te pareces a Lázaro enloquecido por la luz En el barrio judío las agujas del reloj giran en sentido contrario Y tu también retrocedes por tu vida lentamente Mientras subes al Hradchin o escuchas cantar por la tarde canciones checas en las tabernas Ahora estás en Marsella entre sandías Ahora en Coblenza en el Hotel del Gigante Ahora en Roma sentado bajo un níspero del Japón Ahora en Amsterdam con una muchacha que te parece bonita pero es fea Debe casarse con un estudiante de Leyden En esa ciudad se alquilan cuartos en latín Cubicula locanda Lo recuerdo pasé allí tres días y tres otros en Gouda Estás en París frente al juez de instrucción Como a un criminal te arrestan Has hecho viajes dolorosos y viajes alegres Antes de descubrir la mentira y el paso de los años Sufriste por amor a los veinte y los treinta No te atreves a mirarte las manos y yo quisiera llorar a toda hora He vivido como un loco y he perdido mi tiempo Por ti por la que amo por todo lo que te ha causado miedo En lágrimas los ojos miras a esos pobres emigrantes Rezan creen en Dios las mujeres amamantan a sus hijos Llenan con sus olores el vestíbulo de la estación de Saint-Lazare Tienen fe en su estrella como los Reyes Magos Esperan ganar dinero en Argentina Y amasada una fortuna regresar a su patria Una familia se lleva un edredón encarnado como quien se lleva su corazón Ese edredón y nuestros sueños también son irreales De esos emigrantes se quedan aquí algunos y se alojan en cuchitriles En la calle des Rosiers o en la calle des Ecouffes Los he visto a menudo por la noche toman el fresco en las aceras Como las piezas de ajedrez raramente se desplazan Sobre todo hay judíos sus mujeres usan pelucas Se la pasan sentadas exangües en las trastiendas Estás de pie ante el mostrador de un bar crapuloso Tomas un café de dos céntimos entre los infelices Esta noche estás en un gran restaurante Esas mujeres no son malas tienen pesares sin embargo Todas hasta la más fea ha hecho sufrir a su amante Es la hija de un policía de Jersey Sus manos que no había observado están duras y agrietadas Me dan profunda lástima las suturas de su vientre Humillo ahora mi boca en una pobre cortesana de risa horrible Estás solo va a llegar la mañana Los lecheros hacen tintinear en las calles sus bidones La noche se aleja como una bella segadora Es Ferdine la falsa o Lea la atenta Y tú bebes este alcohol quemante como tu vida Tu vida que te bebes como un aguardiente Caminas hacia Auteuil quieres volver a tu casa Dormir entre tus fetiches de Guinea y de Oceanía Son Cristos con otras formas y de otras creencias Son los Cristos inferiores de las sombrías esperanzas Adiós Adiós Sol cuello cortado
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