Himenoclasta
(Epitafio para la tumba de José Valenzuela Rodríguez)
Tú que con sutileza de geómetra euclidiano determinaste el radio probable del placer; y calculaste, sólo con aplicar la mano, cuántas pulgadas mide un sexo de mujer. . . Tú que pontificaste con gesto sibarita en los propíleos sacros del poliforme amor; y a cincuenta doncellas —palomas de Afrodita— mostraste los senderos del más grato dolor... Cuando la Ker te ciegue definitivamente, trasmútese tu carne en una vida potente; y que tu lengua sea, ya para siempre muda, hoja que cubra el sexo de una virgen desnuda...
(El aula, etc.)
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