Senectud se levanta
Agita sus brasas y cenizas, sus palos quemados Un ojo cubierto de polvo, a medio fundir y sólido otra vez Pondera Ideas que se derrumban Al primer roce de la atención La luz en la ventana, tan cuadrada y tan misma Tan bien-fuerte como siempre, el marco de la ventana Un andamio en el espacio, donde los ojos se apoyen Sosteniendo el cuerpo, conformado a su vieja tarea Haciendo leves movimientos en aire gris Pasmado del borroso accidente De haber vivido, el daño real, fatal Bajo la amnesia Algo trata de salvarse – busca Defensas – pero las palabras evaden Igual que moscas con sus propias nociones Senectud se viste despacio Bajo el peso mortal de su dosis de noche Se sienta en la orilla de la cama Junta sus pedazos Se faja flojamente la camisa Junta las nubes de gas estelar Se apoya en la puerta, resollando Cruje hacia el baño
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