Poema de siete faces
Cuando nací, un ángel tuerto de esos que viven en la sombra dijo: ve, Carlos! sé gauche en la vida.1 Las casas espían a los hombres que corren tras de mujeres. La tarde tal vez fuese azul si no hubiesen tantos deseos. El camión pasa lleno de piernas: Piernas blancas, negras, amarillas. Para qué tanta pierna, Dios mío, pregunta mi corazón. Entretanto mis ojos no preguntan nada. El hombre tras el bigote es serio, simple y fuerte. Casi no conversa. Tiene pocos, raros amigos. El hombre tras de los lentes y del bigote. Dios mío por qué me abandonaste si sabías que yo no era Dios si sabías que yo era débil. Mundo mundo vasto mundo, si yo me llamase Raimundo sería una rima, no sería una solución. Mundo mundo vasto mundo, más vasto es mi corazón. Yo no debía decírtelo, pero esa luna pero ese coñac lo ponen a uno conmovido como un demonio.
1Gauche, en portugués, significa torpe, poco apto, etcétera.
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