Sentimiento del mundo
Tengo tan sólo dos manos y el sentimiento del mundo. Pero estoy lleno de esclavos: mis recuerdos que escapan y lo que el cuerpo concilia en la confluencia del amor. Cuando me levante, el cielo estará muerto y saqueado, yo mismo estaré muerto, muerto mi deseo, muerto el pantano. Los camaradas no me dijeron que había guerra y era necesario traer fuego y alimento. Humildemente les pido me perdonen: me siento disperso. Anterior a las fronteras. Cuando los cuerpos pasen, yo quedaré solito deshilachando el recuerdo del campanillero, de la viuda, del microcopista que habitaban la barraca y no fueron encontrados al alba: alba más oscura que la noche.
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