Galerón
Cuando la tierra continúe mis venas hacia la rosa roja y el turpial, el río, la luna y el jacarandá. Cuando ya sólo el llano me recuerde con una palma: Cuando una venada me adivine en el temblor del viento entre la yerba, cuando para nombrarme, de repente, vuele del pecho abierto del Ariari un gavilán: Cuando ya el negro potro, tembloroso, no me espere en la puerta de mi casa donde mi arpa y mi lanza estén colgadas y en la alta noche azul cante mi estrella de capitán: Quiero que bailes, bailes sobre el polvo que ha de contar mi historia enardecida, entre la luz y el viento que me oyeron, sobre la tierra que nos vio, que bailes piernas desnudas, pelo delirante, un galerón.
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