Página en blanco
Un día, no muy tarde, la inquietud que me acosa para que diga el canto que conturba mi vida, cesará, como flama por el viento extinguida, y la voz será muda y el alma silenciosa.
Todo lo que en un tiempo suscitó mis asombros y lo que fue codicia del pensamiento mío, despertará a su paso un "qué sé yo" de hastío, un desdeñoso y leve encogimiento de hombros.
Trémula ya la mano que oprimió los bordones de la constante lira, se llevará el pasado los ecos imprecisos de todo lo cantado y el lívido fantasma de las meditaciones.
Recogidas las alas, el afán taciturno no sabrá de las cosas penetrar el acento: será viento tan sólo la palabra del viento y rumor sin sentido el mensaje nocturno.
De esta vida de ensueño, de este mundo en que arranco la visión de mis ojos, la canción de mi oído, quedarán solamente un laúd sin sonido, un espíritu en sombras y una página en blanco.
(El libro de la fuerza, de la bondad y del ensueño)
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