El orto
Es el amanecer, y cuando ufana salta la aurora iluminando el mundo, se oye un himno magnífico y profundo como el eco triunfal de alegre diana. Por la vaga extensión, una campana deja oír su tañido gemebundo, y por el campo ubérrimo y fecundo se dilata la luz de la mañana. Todo saluda al sol; dan a porfía las flores su matiz, el viento aromas; el arroyo, confusa parlería,
("Rústica: El orto" en Preludios)
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