Novalis
Oh Noche, cuánto tiempo sin verte tan copiosa en astros y en luciérnagas, tan ebria de perfumes. Después de muchos años te conozco en tus fuegos azules, en tus bosques de castaños y pinos. Te conozco en la furia de los perros que ladran y en las húmedas fresas que brotan de lo oscuro. Te sospecho repleta de cascadas y parras. Cuánto tiempo he callado, cuánto tiempo he perdido, cuánto tiempo he soñado mirando con los ojos arrasados de lágrimas, como ahora, tu hermosura. Noche mía, no cruces en vano este planeta. Deteneos, esferas, y que arrecie la música. Noche, Noche dulcísima, pues que aún he de volver al mundo de los hombres, deja caer un astro, clava un arpón ardiente entre mis ojos tristes o déjame reinar en ti como una luna.
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